Bruselas alerta a España sobre el "riesgo" derivado de los precios de la vivienda

El habitual documento que la Comisión Europea difunde en otoño con las previsiones económicas incluirá, por vez primera este año, una breve pero clara advertencia a España sobre "el riesgo" que supone el constante incremento del precio de la vivienda, que en 2002 fue del 13,1% en términos reales (descontada la inflación). El informe será difundido hoy, pero fuentes del Ejecutivo comunitario ya avanzaron ayer a este periódico ese detalle. El previsto crecimiento de la zona euro para este año será del 0,4%, seis décimas menos que lo anunciado la pasada primavera. El déficit público llegará al 2,8%.

Con respecto al precio de la vivienda, el Ejecutivo comunitario llama la atención especialmente sobre la situación en tres países: España, Grecia e Irlanda. En los tres se produjeron el año pasado aumentos de precios por encima del 10%. Los precios en España, sin tener en cuenta la inflación, se dispararon casi un 17% en 2002. Incrementos significativos, aunque por debajo del 10%, se registraron también en Bélgica, Italia y Francia. En el mismo documento se indica que ese riesgo se concentra en los mencionados países, pero que, de materializarse, la incidencia en la zona euro será "relativamente baja".

La primera alerta al respecto, ahora recogida en las previsiones de otoño, ya la lanzó la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión el pasado mes en el informe trimestral sobre la eurozona. En esa ocasión, se hizo referencia al elevado endeudamiento de muchos consumidores por la adquisición de viviendas y se señaló la posibilidad de que estallara la burbuja inmobiliaria "en algunos pequeños y medianos países" europeos, sin citar expresamente a ninguno. En España, los precios de las casas están sobrevalorados entre un 8% y un 20%, según el último boletín económico del Banco de España.

En cuanto a la situación general en la zona euro, las previsiones han sido corregidas fuertemente a la baja con respecto a la primavera pasada, cuando el crecimiento estimado fue del 1% para este año. Ahora, el porcentaje se reduce al 0,4% (1,8% en 2004 y 2,3% en 2005). Especialmente preocupante resulta el previsto déficit público del 2,8% para este año, muy cerca del límite del 3% del PIB que el Pacto de Estabilidad fija para cada país y que será ampliamente superado este año por Alemania y Francia por segundo ejercicio consecutivo.

Para España, la previsión de crecimiento para este año es del 2,3% y de 2,9% para el año que viene. Por tanto, será el país que registre uno de los resultados más positivos de todo el continente pese al estancamiento, rozando la recesión, que experimentan prácticamente todos sus vecinos, y especialmente las primeras potencias económicas europeas.

El informe que hoy difundirá la Comisión hará hincapié en que el control de la inflación (2,1% este año, 2% el que viene y 1,7% en 2005), el aumento del consumo privado, el incremento de los índices de confianza y el mejor ambiente económico mundial apuntan a que la economía europea ha encontrado por fin la senda de la recuperación, aunque sólo se dejará notar moderadamente a lo largo del año que viene y, si no aparecen nuevos riesgos en el horizonte (guerras, subidas del petróleo...), se consolidará en 2005.

Tras su habitual reunión de los miércoles, los 20 comisarios participarán después en un nuevo seminario-debate sobre las futuras perspectivas financieras que entrarán en vigor en 2007 (las actuales son para el periodo 2000-2006) y de las que dependerá el futuro reparto de los fondos europeos. El Ejecutivo comunitario tendrá sobre la mesa un nuevo informe de su presidente, Romano Prodi, y otro de la comisaria de Presupuestos, la alemana Michaele Schreyer.

El primero destaca que el desarrollo sostenible, la seguridad interior y el papel de Europa en el mundo deben ser los objetivos a tener en cuenta. El segundo propone cuatro alternativas para elevar como mucho hasta el 1,30% del producto nacional bruto global de la UE (hoy es el 1,1%) las aportaciones a las arcas comunitarias. Los Quince desean estabilizar para el futuro la cifra global de gastos comunitarios pese a que a partir del año que viene habrá 25 Estados en el club, diez más que ahora.