"Irak sigue siendo un lugar peligroso"
"Misión cumplida". Seis meses después, aquellas palabras, pronunciadas a bordo del portaaviones Lincoln, ¿le suenan ahora a su autor, George Bush, demasiado optimistas, a la vista de que hay más de un centenar de soldados estadounidenses muertos y más de un millar de heridos desde entonces? El presidente, que estuvo incómodo y en ocasiones confuso durante los tres cuartos de hora que duró la conferencia de prensa de ayer, se esperaba probablemente la pregunta: "Ya dije en aquel momento que Irak era un lugar peligroso y que quedaba mucho trabajo por delante".
La expresión "misión cumplida" quería decir que la tarea de los soldados -ganar la guerra- había terminado, explicó Bush, que repitió en varias ocasiones que Irak es aún peligroso, pero que no dejó de recordar los avances hechos "en el funcionamiento de escuelas y hospitales, en la producción de electricidad, en la recuperación de la vida normal". "Hay peligro en Irak, porque alguna gente no puede tolerar que se afiance la libertad y la democracia en el país, pero no hay duda de que tanto Irak como Afganistán están mejor ahora que con Sadam Husein y con los talibanes, y que el mundo es un lugar más seguro sin ellos".
Bush tiene como norma dar la palabra solamente a los periodistas que figuran en la lista que tiene delante, para evitar sorpresas en la medida de lo posible. Aun así, las preguntas de ayer fueron duras e incómodas, reflejando el nivel de desazón y de críticas que existen en la clase política y periodística y en la sociedad de EE UU sobre la situación de la posguerra.
El nerviosismo del presidente, como es obvio, está marcado por el calendario. A un año de las elecciones y en contra de lo que es habitual, la política exterior juega un papel importante en la percepción del electorado. Dependiendo de los sondeos, en torno a la mitad de los ciudadanos cree que la Casa Blanca no está a la altura de las circunstancias ni por lo que respecta a Irak ni en la escena internacional.
