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Reportaje:

Una finca se vende cuatro veces en dos años

Un inquilino de un edificio de la calle de Robador logra ejercer el derecho de retracto en la cuarta venta del inmueble

Blanca Cia

Manel González espera a que un juez le dé la razón el próximo 25 de febrero y pueda ser el legítimo propietario del piso en el que vive desde 1985. Se trata del número 29 de la calle de Robador, una finca que ha cambiado de manos en cuatro ocasiones desde agosto de 2001 hasta el pasado octubre. En la primera transacción se vendió por 420.000 euros; en mayo de 2002 el precio fue de 540.000 euros; nueve meses más tarde valía 961.620 euros y en octubre pasado la misma finca se vendió por 1.358.280 euros. El registro da fe de un constante baile de empresas y sociedades anónimas.

La particularidad del caso es que en la primera transacción -a la que le siguió la escritura de división horizontal- el edificio fue escriturado como "finca sin arrendatarios". "Nada más lejos de la verdad. Entonces éramos 23. Un total de 20 inquilinos de pisos y 3 de locales. Lo que ocurrió es que se faltó a la verdad en esa escritura. Más tarde recibimos una carta", que González conserva, "en la que se nos informaba de que se emprenderían mejoras en la finca, y que añadía: 'Pasaremos por su domicilio a fin de ofrecerles la posibilidad de adquirir la vivienda a precios asequibles". Pero no ocurrió nada de eso. Más bien fue todo lo contrario, según Manel, que tardó en tener conocimiento de que la finca se había cambiado de manos varias veces. Los administradores, que también se fueron sucediendo, revisaron los contratos de los inquilinos y ofrecieron dinero a algunos. Ahora sólo quedan 10.

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"Pero es que hay que ver las condiciones en que están. Son personas mayores y enfermas que no tienen adónde ir. Y nos están echando a todos de mala manera", prosigue Manel, que puso el caso en conocimiento del regidor del distrito, Carles Martí. El estado de la finca es lamentable, con puertas tapiadas, goteras por todos los lados y con las conexines eléctricas medio reventadas.

Pese a todo, decidió no darse por vencido y acudió a una abogada. Desde octubre pasado, le devuelven los giros del alquiler. También se dedicó a controlar constantemete el registro de la propiedad y finalmente consiguió ejercer el derecho de retracto tras la última transacción de la finca, registrada el 21 de octubre de 2003. "Calculé el importe de venta de la parte de mi piso por el coeficiente de la división horizontal y el precio unitario, y está depositado en el juzgado", apunta. Reconoce que es el único que está plantando cara a todo el proceso que no duda en calificar de "pura especulación", y de responsabilizar, al menos en parte, al Ayuntamiento por no intervenir: "Hasta ahora no han hecho nada. Hace unos días vinieron técnicos de Focivesa -la empresa municipal que ha llevado el proceso de reforma de Ciutat Vella- y dijeron que buscarían soluciones. Ya veremos...".

Su letrada, Núria Sastre, argumenta que el juzgado, a la vista de la argumentación expuesta por su cliente, sólo ha aceptado resolver si tiene derecho al retracto por el hecho de que se han producido cuatro transmisiones diferentes: "Ya es bastante para plantear el fondo de la cuestión: que Manel tenía derecho a comprar el piso si no se hubiera cometido un error en la primera transmisión al inscribir la finca como sin arrendatarios". Ahora la última palabra la tiene el juez.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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