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El consumo y la construcción elevaron al 2,4% el crecimiento económico en 2003

El Banco de España subraya el mayor endeudamiento de los hogares en el último trimestre

Lucía Abellán

El consumo y la inversión en ladrillo fueron "los dos pilares" que sustentaron el crecimiento económico en 2003, que ascendió al 2,4%. Así lo refleja el Banco de España en su último boletín, con datos preliminares. De confirmarse ese pronóstico con las cifras oficiales, el avance de la economía superará una décima lo esperado por el Gobierno (2,3%), aunque la previsión hasta el verano se mantuvo en el 3%. El Banco de España subraya que el mayor endeudamiento de los hogares, unido al bajo nivel de ahorro, resta capacidad a las familias para afrontar cambios adversos.

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La economía española cerró 2003 con un crecimiento del 2,4% en el producto interior bruto (PIB), según las estimaciones del Banco de España, lo que supone añadir cuatro décimas al resultado de 2002 (2%). La cifra mejora también la previsión oficial del 2,3% lanzada por el Gobierno en el mes de agosto, cuando la atonía de la actividad obligó a rebajar la previsión inicial desde el 3%. El dato definitivo del año se conocerá el próximo día 25, aunque el propio Ejecutivo ha sugerido en varias ocasiones que el crecimiento económico fácilmente rebasará ese 2,3% esperado.

"La expansión del consumo y la de la inversión en construcción han sido los dos pilares en los que siguió asentándose el dinamismo de la economía", constata el Banco de España en su último boletín trimestral, correspondiente al último cuarto del año. Este organismo explica la fortaleza del consumo por la recuperación del empleo y la riqueza de los hogares (concepto que tiene en cuenta los activos inmobiliarios de las familias). Ambos factores aceleraron cuatro décimas este indicador desde 2002 hasta el 3%.

La construcción, pese a registrar una leve moderación, "siguió siendo el componente más dinámico del gasto". También se convirtió en el factor más potente de creación de empleo, que se concentró en ese sector y, en menor medida, en los servicios. Y se consolidó como "el sector más dinámico de la economía". Pese a todo, con datos aún preliminares, la institución que preside Jaime Caruana detecta un menor dinamismo en la afiliación de trabajadores de la construcción entre octubre y diciembre.

La inversión no despega

Frente a la pujanza del consumo y la construcción, la inversión en bienes de equipo, la más ligada a elementos productivos, no acaba de despegar. El Banco de España señala la mejora de este capítulo, uno de los principales déficit de la economía española, a lo largo del año. Pero ese optimismo se ve mitigado por los datos del último trimestre, que apuntan a "una ligera pérdida de ritmo adicional".

El otro aspecto en que la economía española muestra deficiencias, el sector exterior, cerró el año con datos más desfavorables que en 2002. La aportación negativa del sector exterior (diferencia entre importaciones y exportaciones) se aceleró tres décimas, hasta restar aproximadamente nueve décimas al PIB. No obstante, se produjo una cierta mejoría en el último trimestre. En el tercero restaba 1,1 puntos al PIB y en el cuarto, sin datos cerrados, restó menos. Esto explica la recuperación del PIB en el último trimestre del año, periodo en el que avanzó un 2,6%, dos décimas más que en el tercero. Sin embargo, el Banco de España explica que esta mejoría se debió más a una desaceleración en las importaciones que a un aumento en las exportaciones.

El tirón de la vivienda

El Banco de España vuelve a llamar la atención sobre uno de los elementos de mayor incertidumbre para la economía a corto plazo: el endeudamiento de las familias. El informe asegura que el pasivo de los hogares ha seguido aumentando en el cuarto trimestre del año, hasta superar el 87% de la renta bruta disponible en que se situó entre julio y septiembre. Inmediatamente, el organismo añade que la riqueza neta de las familias continuó avanzando "gracias a la revalorización de la vivienda y al ascenso de las condiciones bursátiles".

Esto le permite afirmar que la situación financiera de los hogares sigue siendo "sólida". Pero no enmascara la inquietud de la entidad ante la combinación de dos factores: alto endeudamiento y bajo nivel del ahorro (poco más del 2% del PIB). El resultado es que "la capacidad del sector para hacer frente a un cambio adverso" es ahora "menor que en el pasado". Al Banco de España le preocupa también el aumento de la proporción de hogares con préstamos a tipo variable. Esto imprime "mayor sensibilidad" a los hogares.

El principal motivo por el que aumenta el endeudamiento familiar es la aceleración del crédito destinado a vivienda. En el conjunto del año, los nuevos fondos obtenidos por los hogares representaron un 9,1% del PIB, con un aumento del 16,1% en la financiación obtenida en el tercer trimestre, último con datos cerrados. El informe asegura que este ascenso es atribuible a la evolución del crédito para la adquisición de vivienda, ya que el destinado al consumo y a otros fines contribuyó en mucha menor medida al incremento del pasivo.

El elevado endeudamiento no es exclusivo de los hogares. También las empresas han continuado el ritmo expansivo en el crédito recibido.

La institución considera positiva la evolución más reciente de la zona euro y confía en que las cifras del último trimestre confirmen el inicio de la recuperación en esta área, de forma que el crecimiento medio del año se sitúe ligeramente por debajo del 0,5%. No obstante, alberga dudas sobre la evolución del gasto privado.

Advertencia sobre los márgenes empresariales

La evolución de los precios en 2003 ha permitido reducir la inflación desde el 4% que alcanzó a finales de 2002 hasta el 2,6% en que ha cerrado 2003. El Banco de España advierte de que para consolidar esta desaceleración es necesario atenuar el crecimiento de los costes laborales, que crecen por encima del 3%. Ello requiere, según la institución, dos medidas: aumento de la productividad, que el informe califica de "limitada" y que los salarios continúen la senda de la moderación.

Esta prédica, que el Banco de España suele lanzar en sus informes trimestrales, se vio ayer complementada con un llamamiento al sector empresarial. La institución pidió que la desaceleración de los costes laborales "no vaya exclusivamente a la ampliación de los márgenes". El Banco de España considera que el aumento de esos márgenes empresariales el pasado año "volvió a ser notable", sobre todo en las ramas menos expuestas a la competencia.

El texto hace una lectura positiva de la creación de empleo durante 2003, pero también repara en los datos de temporalidad. Pese a admitir que se ha reducido el ritmo de rotación en el mercado laboral, añade un dato esclarecedor de la eventualidad en el empleo: "El menor peso de los contratos de duración inferior a un mes ha venido acompañado de un aumento de los que se firman para una semana o menos".

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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