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María Jesús San Segundo | Educación | EL GOBIERNO DE ZAPATERO

Timidez, prudencia y competencia

Timidez, prudencia y competencia son las tres características que mejor definen a la futura ministra de Educación, Ciencia y Tecnología, María Jesús San Segundo. Una timidez que hace que no sea amiga de rodearse de grandes multitudes, una prudencia que hace poco probable que incurra en grandes descalificaciones a sus opositores y una competencia profesional que le permite hablar con gran claridad y contundencia sobre sus ideas, sus proyectos y el tipo de educación en el que ella cree.

Su vinculación con un personaje tan carismático y emblemático como el rector de la Universidad Carlos III, Gregorio Peces-Barba, es tan estrecha que resulta difícil desligar su futura línea de trabajo en el ministerio con la defensa de la educación pública universitaria, abierta pero exigente, por la que siempre ha trabajado el que fuera uno de los ponentes de las Constitución Española, con el que ha sido vicerrectora de la citada universidad.

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Asimismo fue elegida para el comité de notables constituido por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, antes de las elecciones, al igual que Peces-Barba y su también amigo Miguel Sebastián.

Aunque San Segundo ha tenido una escasa vinculación con la gestión de la educación no universitaria, sí la conoce. De hecho, analizó en su tesis (

Estudios empíricos sobre la calidad educativa, que le valió el doctorado en Economía por la prestigiosa Universidad de Princeton, EE UU) el rendimiento académico en los centros de secundaria de Estados Unidos y ha hecho estudios similares para centros españoles. Se sabe al dedillo los modelos de financiación de la educación obligatoria y también los factores que influyen en la decisión de los jóvenes para seguir o no estudiando a los 16 años.

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Esta economista vallisoletana criada en Burgos, de 46 años, está soltera y sin hijos y lleva toda su vida profesional volcada en el binomio economía-educación.

Su currículo está plagado de experiencia en investigación y docencia a nivel nacional e internacional y su nombre ha estado vinculado en los últimos años a los informes más fiables sobre la situación de la educación universitaria española, como Universidad 2000 o Informe Bricall, La Universidad Española en Cifras, encargados ambos por la Conferencia de Rectores, o el de de Financiación en 1994, elaborado por el Consejo de Universidades.

La nueva ministra de Educación -que por motivos personales rechazó el segundo puesto por Madrid en la lista del PSOE al Congreso- parece muy contenta con los tiempos que se avecinan.

Trabajadora incansable, cuando no puede viajar se escapa por la pantalla del cine.

De momento, en su línea de siempre, apenas quiere hablar, sólo lo mínimo. Espera prudente a que el próximo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, confirme públicamente los nombramientos.

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