Botín ganó 2,6 millones, menos de la mitad que su consejero delegado
El consejero delegado del Grupo Santander, Alfredo Sáenz, percibió en 2003 una retribución total entre variable y fija, de 5,75 millones de euros, la más alta de la banca española. El presidente de la entidad, Emilio Botín, que es el primer ejecutivo del grupo, ganó 2,59 millones, un 55% menos que Sáenz, según la memoria de 2003 de la entidad. El sueldo del consejero delegado se incrementó un 18,7% en 2003, mientras que el de Botín lo hizo en un 4,6%. Además, Sáenz acumula 60,38 millones en fondo de pensiones y otros seguros, un 2,31% más de lo que tenía hace un año. Emilio Botín también sale perdiendo en este capítulo: tiene 10,02 millones en pensiones, un 6,45% más que en 2002.
Además, hay dos consejeros ejecutivos que cobran más que el presidente: el vicepresidente tercero, Matías Rodríguez Inciarte, con 3,45 millones de euros (un 6,6% más), y el máximo responsable del grupo en Latinoamérica, Francisco Luzón, que obtuvo 3,20 millones (un 11,45% más). Rodríguez Inciarte cuenta con pensiones y seguros por valor de 31,34 millones (un 6,81% más) y Luzón con 24,33 millones (un 5,11% más). Ana Patricia Botín obtuvo 1,98 millones, un 20,3% más, y dispone de pensiones y seguros por 8,99 millones, un 13,65% más que en 2002.
El resto de los consejeros, que no son ejecutivos, perciben cantidades inferiores, que van desde los 1,2 millones de Antonio Escámez o los 992.000 euros de Rodrigo Echenique, hasta los 67.000 euros de Antonio Champalimaud o los 78.000 euros de Jaime Botín. En conjunto, los 21 miembros del consejo -que poseen el 9,48% del banco- percibieron 21,15 millones, un 8,22% más.
Por otro lado, el banco adquirió un 2,5% más de Auna a ING, con lo que controla el 25,99%.