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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

El Egipcio y El Tunecino aglutinaron al 'comando'

Jorge A. Rodríguez

Los investigadores españoles tenían identificado a Rabei Osman El Sayed, Mohamed el Egipcio (nacido el 22 de julio de 1971) como uno de los ideólogos del grupo, al mismo nivel que Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, Serhan el Tunecino, muerto en Leganés. "No teníamos seguridad de que organizase o fuese el cerebro del 11-M, pero era un candidato, sobre todo por su fuerte personalidad y su capacidad de liderazgo", según fuentes antiterroristas españolas.

Lo que extraña a los investigadores es que no tienen rastro de El Egipcio desde que salió con destino a París el 27 de febrero de 2003. Rabei Osman estaba en España desde enero de 2001, época en la que fue la sombra de Serhane el Tunecino. Las diligencias policiales dicen sobre la estructura de la organización de los atentados: "La estructura habría partido, en principio, de figuras como Serhan el Tunecino o Mohamed el Egipcio, que se habrían apoyado en grupos de radicales islámicos (...) y que finalmente habrían utilizado a grupos de delincuentes comunes convertidos al islam radical en las cárceles".

Entre estos últimos se encontraría el grupo de Lavapies que lideraba Jamal Zougam, el dueño del locutorio Nuevo Siglo, cuyos miembros, además, facilitaron al comando "una cobertura necesaria donde se habrían fabricado los artefactos explosivos" y personas que "fueran capaces de ejecutar materialmente los atentados".

Rabei Osman, experto en demoliciones y ex militar del Ejército de Egipto, ya estuvo encartado en un sumario del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, "como líder de un grupo vinculado con Al Qaeda", en el que estarían Basel Ghalyoun y Fouad El Morabit Amghar "contacto personal de Mohamed el Egipcio". Los investigadores españoles estaban convencidos de que El Tunecino había "heredado" la estructura logística vinculada a Al Qaeda que había creado El Egipcio. De hecho, dos de sus principales contactos en España han sido detenidos por la policía, uno como autor material de los atentados y otro como colaborador con banda armada.

Las fuentes consultadas explicaron que el hecho de que El Egipcio estuviera fuera de España puede significar dos cosas: "O bien que había saltado de nivel, que había sido ascendido dentro de la estructura de Al Qaeda en Europa, o que se había desvinculado del grupo de Madrid".

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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