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El Gobierno aprueba el voto electrónico para estrenarlo de forma experimental en 2005

El proyecto incluye el voto en blanco, pero no prevé contabilizar las papeletas nulas

El Gobierno inició ayer oficialmente el proceso para que el voto electrónico sea una realidad en Euskadi aprobando el proyecto de reforma de la ley electoral para aplicar el sistema Demotek, el mismo que ya se utilizó en las pasadas elecciones al Rectorado de la UPV. El Ejecutivo pretende que el proyecto, que ahora enviará al Parlamento, sea aprobado con el máximo nivel de acuerdo. Prevé su implantación de una forma progresiva y su puesta en marcha con plena validez jurídica en las próximas autonómicas, previstas inicialmente para la primavera de 2005. El sistema no incluye la contabilización del voto nulo, al que últimamente se ha abocado la ilegalizada Batasuna.

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El Gobierno pretende una implantación progresiva del voto electrónico de manera que en los próximos comicios autonómicos se utilizaría sólo en un municipio grande o en varios medianos, y no en toda la comunidad tal y como se prevé en la Disposición Final Segunda del proyecto. El compromiso de Ejecutivo es que la citada reforma legal concite un grado de consenso muy elevado entre los partidos vascos debido a la "sensibilidad" que supone regular un derecho básico en democracia: el derecho al voto.

El sistema que propone el Ejecutivo ya se ha utilizado con validez legal en la UPV y se estrenó en los comicios para elegir al presidente del Athletic, en junio de 2001. En las recientes elecciones al Rectorado, celebradas en abril, el sistema registró un fallo que retrasó el recuento cerca de un hora. El modelo fue además criticado por uno de los candidatos.

En noviembre pasado, el sistema fue probado en las autonómicas catalanas en cinco localidades, pero sin validez legal, tras recibir la Generalitat permiso de la Junta Electoral.

El modelo Demotek, cuya patente industrial posee el Gobierno vasco, consiste en una urna, similar a las tradicionales, que incorpora un dispositivo capaz de leer la información contenida en las papeletas en el momento en el que son introducidas. Las papeletas son de un modelo especial y no precisan sobre, ya que se pliegan sobre sí mismas y se pegan. El votante puede comprobar que la papeleta elegida es la correcta mediante un lector ultravioleta incorporado al sistema.

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El consejero de Interior, Javier Balza, compareció ayer tras el Consejo de Gobierno para explicar el sistema, desarrollado por varias empresas y centros tecnológicos vascos en colaboración con la UPV. Balza desea que la tramitación parlamentaria sea tranquila. "No hemos apostado por la tecnología en sí misma. Queremos aunar tecnología y seguridad", señaló antes de recalcar que todo el proceso debe llevarse con mucha "prudencia". El consejero aseguró que el modelo, al "agilizar al máximo el recuento", supone una "garantía de limpieza en el escrutinio". Insistió en que el sistema está "perfeccionado tecnológicamente", y que es "seguro, fiable" y garantiza la confidencialidad y el secreto del voto. Balza enfatizó que no se trataba de "un capricho".

Una vez que se apruebe la reforma de la ley electoral, el Gobierno elaborará un decreto en el que determinará exactamente los pueblos donde se aplicará, con toda validez jurídica, el voto electrónico por primera vez en unas elecciones a un organo político. Balza aseguró que no hay una decisión previa tomada sobre la cuestión, aunque adelantó que la idea es implantarlo en una capital o en municipios de tamaño mediano y no sólo en pueblos pequeños.

Demotek conjuga el voto electrónico con el mantenimiento del sistema electoral tradicional usado hasta ahora. El votante continua ejercitando la "liturgia" de votar mediante una papeleta y una urna, de forma que no se generan dudas ni desconfianzas, y los partidos pueden mantener sus usos y costumbres en campaña como el buzoneo o el reparto personal de papeletas.

El Ejecutivo sostiene que el sistema conserva todas las garantías de fiabilidad, seguridad y reserva de la confidencialidad del voto y, como principal ventaja, permite que el escrutinio se realice de forma inmediata al cierre de los colegios electorales, ya que la transmisión de datos al centro de resultados se hace de forma automática. Ante dudas o impugnaciones, las mesas electorales podrán decidir conservar las papeletas para un posterior recuento manual.

El proyecto de ley incluye la existencia del voto en blanco a través de una papeleta específica, aunque no así del voto nulo. En cualquier caso, el Ejecutivo entiende que ésta última es una cuestión abierta al debate, como el resto de su contenido, durante el proceso de tramitación del texto en la Cámara.

Finalmente, el proyecto ofrece la posibilidad a las diputaciones forales para que, si lo consideran oportuno, puedan incorporar el voto electrónico en los comicios a las Juntas Generales de las tres provincias.

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