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Turismo dará un viraje al modelo de ayuda económica al sector

La Administración actuará en zonas con problemas comunes

Lluís Pellicer

El Gobierno catalán dará un viraje al modelo de gestión turística que implantó el anterior Ejecutivo de CiU a través de un documento que fijará una estrategia para cada zona turística y que verá la luz a comienzos de 2005. En este trabajo, que acompañará al Plan Territorial Sectorial que preveía la Ley de Turismo de 2002, se evaluarán las dificultades de cada región turística para actuar de forma integral.

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El Departamento de Turismo también redefinirá, junto a los ayuntamientos y el Gobierno central, los planes de financiación para destinos turísticos incrementando su dotación y modificando sus contenidos. El modelo turístico que ha heredado el Gobierno tripartito no es del agrado de sus nuevos responsables. El mapa del sector en Cataluña presenta demasiados desequilibrios. Junto al momento dulce que viven la ciudad de Barcelona y el turismo rural, convive un producto de sol y playa que basa su atractivo en los precios. Los empresarios denuncian que hasta hoy la promoción de la marca Cataluña, primera comunidad receptora de turistas, ha sido muy escasa. Y para rematar este panorama, los municipios turísticos intentan mejorar su imagen aumentando su endeudamiento. "Los planes de excelencia fueron un primer paso, pero insuficientes para las necesidades que tiene Cataluña", asegura la directora de Turismo, Isabel Galobardes. Desde 1997, ocho localidades turísticas catalanas se han beneficiado de estos planes.

Sin embargo, estas experiencias no han desembocado en el resultado esperado. La concejal de Turismo de Lloret de Mar, Anna Maria Gallart, explica que la dotación del plan no les permitió hacer demasiadas cosas. En el caso de esta localidad, que emergió en la década de 1960, el dinero se empleó en acondicionar dos monumentos, construir una plaza, crear una oficina de turismo, derruir un hotel y comprar algunos retretes. "Los ayuntamientos invertimos lo que podemos, pero se ha de entender que una población que pasa de 28.000 habitantes a tener 250.000 en verano no puede hacer más", lamenta Gallart.

Planes específicos

Turismo no quiere ver que la inyección de dinero resulta baldía. En una época en que los malos resultados hoteleros pintan por sí mismos el diagnóstico del sector, el Gobierno catalán tiene ya una idea de lo que deberá hacer. A partir de ahora, se sostiene, ya no habrá planes locales, sino de conjunto. "No podemos elaborar un plan general y aplicarlo a todas las zonas turísticas por igual porque las áreas de ocio no son homogéneas. Hay que empezar a elaborar planes específicos", tercia Galobardes. El plan estratégico analizará la oferta de plazas, su demanda y los recursos. Fuentes que han seguido los trabajos de Turismo apuntan que el departamento pretende incorporar al plan estratégico algunos contenidos del debate Costa Brava y que, además, se intentará abordar una de las cuestiones más sensibles del sector: la reconversión de plazas hoteleras.

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Los hoteleros aguardan ver el plan con una actitud escéptica. Están de acuerdo en que Cataluña debe abandonar el modelo de turismo convencional. "No se puede dejar pasar más tiempo. Tenemos zonas con un modelo desfasado que sólo eran competitivas por el precio. Hoy hay países más baratos, y ya no tienen ningún atractivo", asegura el presidente de la Confederación Empresarial de Hostelería y Restauración de Cataluña (CEHRC), Joan Molas.

La patronal sigue insistiendo en la conveniencia de crear un consorcio de Turismo lo antes posible para inyectar más dinero al sector. La propuesta sintoniza con las pretensiones del Ejecutivo catalán, aunque éste aún está estudiando la fórmula para desarrollar el proyecto. "Los empresarios van a contar en la elaboración del proyecto", afirma Galobardes.

Para el futuro, Turismo apuesta por que los ayuntamientos se agrupen en consorcios y pongan en marcha iniciativas conjuntas. "Los planes de excelencia y activación turística se nutren de recursos públicos, y éstos no pueden destinarse a construir rotondas, calles y poner más bancos, sino a mejorar la calidad de los servicios, situarse en el mercado y potenciar los canales de comercialización", opina el presidente de la Asociación de Expertos en Turismo y coordinador de la CEHRC, Domènec Biosca.

Todos los sectores coinciden en señalar que se trata de un plan ambicioso. Las discrepancias están en el tiempo que se precise para elaborarlo.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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