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LA INVESTIGACIÓN DEL 11-M

Zouhier dice ahora que avisó a la Guardia Civil antes del 11-M pero lo negó al juez hace un mes

El imputado por el atentado rechaza emprender acciones por las supuestas amenazas recibidas

El confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier aseguró ayer a preguntas de los periodistas, antes de ser interrogado en el Juzgado de Valdemoro (Madrid), que "avisó" de los atentados del 11-M pero no le hicieron caso, lo que se contradice con lo que él mismo declaró al juez de la Audiencia Nacional que instruye el caso, Juan del Olmo. En el Juzgado de Valdemoro, Zouhier negó haber recibido amenazas de tres guardias civiles para que no colaborara con la investigación del 11-M, si bien admitió que los agentes le comentaron que tuviese cuidado con lo que decía porque podía volverse en su contra.

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En el Juzgado de Valdemoro sólo se investiga si Rafá Zouhier fue o no amenazado en la cárcel por agentes de la Guardia Civil. La titular del Juzgado de Instrucción número 3, Verónica Carabantes, le interrogó ayer durante una hora en calidad de perjudicado por las supuestas amenazas que, según una carta remitida por Zouhier al Ministerio del Interior hace casi dos meses, había recibido.

La Fiscalía General del Estadio instó a la de Madrid a que abriese diligencias e investigase la veracidad del escrito remitido por este interno tras salir publicado en un periódico. La juez de Valdemoro le ofreció la posibilidad de personarse en el proceso por las supuestas amenazas, pero Rafá Zouhier indicó que no había sido amenazado y rechazó tal ofrecimiento, según fuentes conocedoras de la investigación judicial.

La fiscal le preguntó en repetidas ocasiones si había recibido amenazas de los agentes de la Guardia Civil que acudieron a interrogarle a la cárcel. Zouhier contestó que no había recibido amenazas y que le habían tratado bien, aunque a continuación explicó que los agentes le pidieron que no hablara de los explosivos porque de lo contrario "se comería los 200 muertos", en relación a las víctimas del atentado. Al escuchar este relato, la fiscal insistió: "¿Pero a usted le amenazaron?". Y Zouhier contestó: "No, no, me trataron bien".

El confidente se refirió durante su declaración ante la juez a que sólo había recibido amenazas por parte de otro confidente, llamado Mario, al que conoció en la cárcel, según indicaron ayer fuentes conocedoras del desarrollo del interrogatorio del juzgado de Valdemoro.

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Antes de entrar en el juzgado, escoltado y esposado, dado que está preso por su intervención en el tráfico de explosivos del 11-M, los periodistas le preguntaron a Zouhier si había avisado a la Guardia Civil antes del atentado. El confidente declaró: "Sí, avisé pero no me hicieron caso".

Ninguna información

El juez Juan del Olmo, en un auto del pasado 18 de junio, escribió: "El propio Rafá Zouhier señala que con anterioridad al 11 de marzo de 2004 no había transmitido al reseñado miembro de la Guardia Civil ni a ningún otro información alguna sobre preparativo relativo a los atentados del 11 de marzo de 2004".

En un escrito firmado por Zouhier el 4 de junio pasado y enviado al presidente de la Comisión de Investigación del 11-M, Paulino Rivero, diputado de Coalición Canaria, el confidente pedía comparecer en el Congreso para explicar su versión de los hechos y explicaba con detalle que se citó con dos agentes después del atentado de los trenes en un centro comercial de Madrid sin ningún miedo a que le detuvieran: "Nada debía temer dado que no tenía relación alguna con los criminales atentados", señala Zouhier en su misiva.

El confidente destaca que en esa cita, los agentes le llevaron a la sede de la Dirección General de la Guardia Civil, donde le detuvieron. "Me dijeron que no me preocupase puesto que inmediatamente quedaría en libertad al mediar ellos con el juez competente, si bien me sugerían que no comentase a nadie que yo había avisado a la policía de la existencia de los explosivos".

Las visitas de los agentes a Zouhier, implicados en el trapicheo de los explosivos utilizados en el 11-M, se produjeron los días 9 y 14 de abril, cuando el actual secretario general adjunto del PP, Ángel Acebes, era aún responsable del Ministerio del Interior, del que depende la Dirección General de Instituciones Penitenciarias.

Tres agentes le visitaron en la cárcel de Valdemoro -en la que entonces estaba preso; ahora está en la de Aranjuez- de acuerdo con un mandato del juez del Olmo, para que se investigasen los hechos relacionados con el explosivo utilizado en los atentados, que causaron 190 víctimas mortales y unos 1.500 heridos.

Petición de archivo

Aparte de negar las amenazas, Zouhier aludió a sus contactos con la Guardia Civil previos al 11-M. Como la causa que se sigue en Valdemoro se centraba exclusivamente en si había recibido o no amenazas, el resto de su declaración será remitida al juez Del Olmo para que la incorpore al sumario que instruye por los atentados terroristas. Por su parte, la Fiscalía se está planteando pedir al juzgado de Valdemoro el archivo de la causa relativa a las amenazas. Zouhier terminó su declaración pidiendo que le dejaran en libertad: "Y ya no escribiré cartas a los periódicos", aseguró.

Rafá Zouhier, durante su traslado para declarar ante la juez de Valdemoro.
Rafá Zouhier, durante su traslado para declarar ante la juez de Valdemoro.EFE

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