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La llegada a las ciudades

El informe sobre el hambre en el mundo de la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, en sus siglas inglesas) ha dedicado este año una atención especial a los procesos de globalización y urbanización planetarios.

La población se concentra cada vez más en áreas urbanas, lo cual está alterando la forma de alimentarse. La FAO indica que "por lo general" el habitante de zonas urbanas pasa menos hambre que el de áreas rurales. No obstante, el número de residentes malnutridos en ciudades está aumentando rápidamente. La cifra de niños en edad preescolar con falta de peso en zonas urbanas aumentó en 11 de 14 países analizados en un estudio realizado entre 1985 y 1996.

Las naciones en desarrollo se están enfrentando a un doble problema: por un lado, el de atajar el hambre generalizada; por otro, el de controlar el "rápido aumento" de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y de otras enfermedades no transmisibles relacionadas con una alimentación abundante pero de mala calidad.

El informe indica que 84 millones de adultos en los países en desarrollo padecen diabetes y que hacia 2025 ese número ascenderá a 228 millones. "Un conjunto de datos cada vez mayor", señala la FAO, "sugiere que un peso muy bajo al nacer y un retraso del crecimiento durante los primeros años intensifican los riesgos de padecer diabetes".

Además, cada vez es mayor la dependencia de unas pocas variedades de cereales (trigo y arroz). Se consume más carne, leche y azúcar y menos verduras, frutas y legumbres.

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