_
_
_
_
_

El socavón fue el tercer desplome en la misma obra de ampliación del metro de Barcelona

El hundimiento en el barrio barcelonés del Carmel que comportó el desalojo de 1.057 personas era el tercero que se producía en la misma obra, aunque los otros dos fueron mucho menores y, según diversos técnicos consultados, no permitían presagiar lo ocurrido posteriormente. El incidente no deja de causar inquietud y angustia entre el vecindario ante la posibilidad de que algunas fincas pudieran ser desalojadas para facilitar los trabajos de relleno del túnel. Los técnicos lo sugirieron, pero la consejera de Interior, Montserrat Tura, aseguró que no habrá más desalojos.

Los tres hundimientos son accidentes habituales en la construcción de túneles. El fenómeno, conocido como chimenea, se produce a menudo en este tipo de obras. Se llama así porque se trata de un hueco que se abre en la excavación de un túnel o de una mina, causa un hundimiento y llega con frecuencia hasta la superficie.

Más información
Zapatero promete a los vecinos del Carmel 16 millones de euros para la recuperación del barrio

El primer hundimiento se produjo cerca de la estación de Vall d'Hebrón, justo al inicio de la obra, aproximadamente donde Transportes de Barcelona había sugerido que se instalase el túnel que estaba previsto en Horta y que finalmente se trasladó en el Carmel y causó el socavón. Este problema sucedió a finales de 2002 o principios de 2003, con CiU aún en el Gobierno de la Generalitat de Cataluña.

La segunda chimenea se generó mucho más cerca de la que dio origen a la crisis iniciada el 25 de enero pasado: en la estación del Carmel. El incidente ocurrió durante el pasado verano, posiblemente en agosto, aunque los técnicos consultados no pudieron establecer la fecha con precisión. Fue también un problema menor que se solventó aplicando las normas previstas en estos casos. La estación de Carmel es paralela al túnel de maniobras donde se originó en enero la gran chimenea que obligó a desalojar al vecindario.

La angustia y los nervios no cesan en el barrio del Carmel. Ayer, algunos vecinos que residen en la zona se sobresaltaron ante la eventualidad de otro desalojo. No obstante, posteriormente se descartó esta opción.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_