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Entrevista:JOS DELBEKE | Responsable de cambio climático de la Comisión Europea | CAMBIO CLIMÁTICO

"Los países de Kioto representan el 80% de la población mundial"

"Me ocupo del cambio climático desde principios de los noventa: participé en la concepción del Protocolo de Kioto, me dedico a su puesta en marcha en Europa y a su entrada en vigor. Y ahora soy realmente feliz, hoy es un día muy especial", dice el economista belga Jos Delbeke. Como director de Atmósfera y Contaminación Química de la Comisión Europea es el responsable de cambio climático. Con motivo de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto, responde a estas preguntas por correo electrónico.

Pregunta: La UE juega un papel de liderazgo en las negociaciones internacionales de clima. ¿La entrada en vigor del Protocolo es un triunfo político europeo?

Respuesta: Desde luego, la UE ha hecho mucho para lograrlo y estamos muy contentos. Ahora hay objetivos legalmente vinculantes de reducción de emisiones para los países industrializados. Nosotros, la UE, negociamos para llegar a un acuerdo en los años noventa; asumimos reducciones de emisiones ambiciosas para dar ejemplo; mantuvimos el Protocolo vivo en 2001 cuando EE UU se retiró y, lo más importante, convencimos a muchos países en todo el mundo, en particular a Rusia, para respetar el compromiso. Así que, sí, estamos un poco orgullosos de que nuestros esfuerzos hayan alcanzado el éxito.

"España ha adoptado un nuevo programa de clima y esperemos que con él se cubra el desfase actual"
"Necesitamos entablar un diálogo franco y abierto con EE UU y con los países en vías de desarrollo"
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P. ¿Es débil el Protocolo sin EE UU? ¿Sería posible que se unan al esfuerzo internacional?

R. Kioto es un éxito de las negociaciones multilaterales. Hoy casi 140 países han ratificado el Protocolo, y representan el 80% de la población mundial, más de 5.000 millones de personas. Pero Kioto es sólo un primer paso, aunque esencial, para alcanzar el objetivo. Tenemos que atraer a más países, incluyendo los mayores emisores. Necesitamos entablar un diálogo franco y abierto con todos, con EE UU, pero también con países en vías de desarrollo, y explorar con ellos actuaciones para ganar la batalla global contra el cambio climático. Una vez que se identifique el terreno común, estoy convencido de que EE UU se unirá al esfuerzo internacional.

P. ¿Cree que los países en desarrollo, o algunos de ellos, asumirán compromisos?

R. Hemos apreciado una creciente voluntad entre los países en desarrollo para empezar a discutir acciones futuras. A ellos les preocupa que el control de emisiones afecte a su desarrollo económico. Pero, por la experiencia de la UE sabemos que no es así, que las políticas de cambio climático pueden contribuir al crecimiento económico, por ejemplo a través del incremento de la eficiencia energética y de nuevas fuentes de energía, y los productos más eficientes son más competitivos. Además, la limitación de los gases de efecto invernadero reducen los contaminantes que, en muchos países, provocan serios daños a la salud. Cualquier régimen climático futuro deberá tener en cuenta las grandes diferencias en emisiones per cápita y de niveles económicos. Puede tener sentido un enfoque escalonado para una mayor participación.

P. ¿Cómo ve la UE la perspectiva para después de 2012?

R. El pasado 9 de febrero, la Comisión Europea presentó una propuesta con opciones y elementos que una futura política de clima debería incluir. El documento irá a la reunión de los líderes de la UE de primavera. Entre los aspectos esenciales están incluir las emisiones del transporte aéreo y marítimo; la deforestación; un empuje decisivo a la innovación; la utilización de instrumentos de mercado y las políticas de adaptación.

P. ¿Qué impactos tendrá el Protocolo en la UE?

R. La legislación de la UE ya ha previsto la obligatoriedad del Protocolo, y estamos trabajando para cumplir sus objetivos. Por tanto no habrá grandes cambios. Pero su entrada en vigor disparará el mercado internacional de emisiones y dará luz verde a los proyectos de reducción de emisiones en terceros países, lo que reducirá los costes de las reducciones.

P. La UE ha lanzado varias políticas para lograr los objetivos de Kioto. ¿Cuáles son las principales dificultades?

R. El Programa de Cambio Climático de la Comisión Europea identifica, desde 2001, 42 políticas y medidas, y casi todas han sido puestas en marcha o están a punto. El eje principal es el sistema de la UE de comercio de emisiones, que permitirá al sector energético y a las plantas energéticas reducirlas de un modo positivo desde el punto de vista coste/efecto. Otras políticas persiguen la mejora de la eficiencia energética, la expansión de las renovables, la reducción de emisiones de origen agrario, la investigación, la gestión sostenible de los bosques... Lo más problemático son las emisiones del transporte, que han aumentado un 22% desde 1990.

P. Algunos países, especialmente España, están muy alejados de sus objetivos de Kioto. ¿Cree que podrán cumplirlos?

R. Desde luego España afronta un gran reto. Las emisiones españolas superan en el 40% su nivel de 1990 y su objetivo de Kioto es de un 15% de aumento. Incluso con las políticas internas y usando los mecanismos flexibles, no cumpliría por tres puntos. Sin embargo, España ha adoptado un nuevo programa de cambio climático el pasado verano, que no se incluye en estas estimaciones, y esperemos que con él se cubra ese desfase.

P. El Gobierno español se ha comprometido a cumplir con Kioto, pero en futuras negociaciones reclamará acuerdos que contemplen, por ejemplo las emisiones per cápita. ¿Qué opina?

R. Es pronto para decir cómo se fijarán los compromisos futuros. Un esencial será la cohesión sobre la base de la solidaridad. Esto es importante para la UE, y por esta razón no se pidió a España que redujese sus emisiones en el primer período de cumplimiento, sino que las aumentase hasta un 15%. Cualquier acuerdo futuro tendrá que contar con que diez nuevos estados se han incorporado a la UE y muchos de ellos están económicamente menos avanzados que los antiguos miembros. Es más, si se pretende limitar el aumento de la temperatura global a dos grados centígrados, serán necesarios recortes de emisiones mucho más importantes a medio y largo plazo.

P. ¿Es Europa especialmente sensible al calentamiento global?

R. Sin duda, aunque seamos económicamente menos vulnerables y estemos mejor preparados que los países en vías de desarrollo. La temperatura subirá dos grados en el Noroeste europeo en 2080 si no actuamos contra el cambio climático, pero en el Sur el incremento superará los cuatro grados. El Norte tendrá más inundaciones, fuertes tormentas y lluvias, mientras que el Sur sufrirá más sequías, olas de calor y menos lluvias.

P. ¿Necesita Europa medidas de adaptación paralelamente a las de mitigación? ¿Cuáles?

R. Los últimos resultados científicos muestran que el cambio climático puede ser mucho más rápido de lo que se creía. No podemos evitar las medidas de adaptación a los efectos negativos.

Jos Delbeke, en la cumbre de Desarrollo Sostenible (Nueva York, 2002).
Jos Delbeke, en la cumbre de Desarrollo Sostenible (Nueva York, 2002).LEILA MEAD / IISD

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