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Reportaje:FÚTBOL | Drástica decisión del tercer mejor colegiado de 2004

"No me atrevo a seguir"

Frisk deja el arbitraje ante las amenazas de muerte recibidas de supuestos hinchas del Chelsea

Jordi Quixano

El pasado viernes descolgó el teléfono de su casa de Molndal, a siete kilómetros de Gotemburgo, y, como siempre desde que el 23 de febrero arbitrara la ida de los octavos de final de la Champions entre el Barça y el Chelsea, escuchó a supuestos aficionados blue amenazándole de muerte. Anders Frisk (Suecia, 1963) colgó y, de inmediato, levantó de nuevo el auricular, para marcar un número. Era el de la UEFA, a la que comunicó que se retira del arbitraje después de 27 años de ejercicio y tras 118 encuentros internacionales. "No me atrevo a seguir. No merece la pena. Es muy trágico, pero, por desgracia, el fútbol es así en 2005", ha declarado a una revista de su país.

Frisk, que expulsó a Drogba, delantero marfileño del Chelsea por doble amonestación, recibió duras acusaciones por parte de José Mourinho, el técnico del conjunto londinense, que se negó a comparecer ante los medios de comunicación una vez acabado el duelo del Camp Nou. En un intento de exculparle, el club inglés alegó: "Varios representantes del Barça, entre los que estaba su técnico, Frank Rijkaard, hablaron con Frisk en el descanso por considerar que nuestro gol había sido conseguido en fuera de juego". El propio árbitro y testigos presenciales de la UEFA ratificaron después la versión de Rijkaard: "Sólo fui a saludarle". "Me han educado para ser cortés y siempre respondo a un saludo", matizó también Frisk.

"Esto ha llegado demasiado lejos. Es muy trágico. Por desgracia, el fútbol es así en 2005"
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Pero Mourinho calentó irónicamente la vuelta. "Habría escogido a Frisk porque quizá nos habría ayudado al igual que ayudó al Barça", respondió cuando se le preguntó si era cierto que había pedido que el partido fuera arbitrado por el italiano Pierluigi Collina, el elegido y protagonista indirecto al conceder el cuarto gol, obra de Terry, tras una falta de Carvalho.

A la cháchara del entrenador portugués siguieron las amenazas de hinchas del Chelsea y... Frisk dijo basta. El colegiado sueco puso punto y final a una carrera que en los ultimos meses ha sido muy enrevesada. El 15 de septiembre de 2004, en el Olímpico de Roma (Roma-Dínamo de Kiev), recibió un monedazo que le provocó una brecha considerable en la cabeza. Entonces suspendió el encuentro y un mes después anunció que nunca volvería a ese estadio, que posteriormente recibió al Madrid a puerta cerrada. La desdicha para Frisk continuó en Mestalla, cuando el Valencia fue eliminado por el Werder Bremen. Angulo resultó expulsado tras una entrada a Borowski, acto agravado porque el valencianianista escupió a un rival cuando se encaminaba a los vestuarios, y fue sancionado con siete partidos. Acalorado por la derrota y molesto con Frisk, Claudio Ranieri, entonces técnico del cuadro español, declaró nada más terminar el envite: "Ahora entiendo que le partieran la cabeza en Roma".

"He tenido suficiente. Ni me atrevo a que mis hijos vayan a la oficina de correos. Esto ha llegado ya demasiado lejos", expone Frisk argumentando su dimisión.

El colegiado nórdico, que entre otros partidos dirigió la final de la Eurocopa de 2000, cuenta con la escarapela de la FIFA desde 1991 y fue designado por la Federación Internacional de Historias y Estadísticas (IFFHS) como el tercer mejor árbitro del mundo en 2004. Ahora ha rehusado denunciar el caso a la policía: "Quiero olvidarme de todo lo antes posible".

Frisk, que ha compaginado el arbitraje con su trabajo como agente de seguros, ha decidido dedicarse, junto a sus dos auxiliares, Kenneth Petersson y Peter Ekstroem, a la importación de vino, para lo que crearán una empresa. Tallín, escenario el día 26 del encuentro Estonia-Eslovaquia, de la fase clasificatoria para el Mundial de Alemania 2006, se ha quedado sin el colegiado designado.

Anders Frisk, durante el partido Barcelona-Chelsea.
Anders Frisk, durante el partido Barcelona-Chelsea.VICENS GIMÉNEZ

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