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DÍA DEL LIBRO

El primer videojuego sobre el 'Quijote' apareció hace 18 años

En los años ochenta, la industria española adaptó al videojuego novelas de Manuel Vázquez Montalbán y del italiano Umberto Eco

El 20 de diciembre de 1604 se ponía a la venta la primera edición del Quijote por 290,5 maravedíes. En 1987, por algo más de 2.000 pesetas, se podía comprar su videojuego, editado por la extinta compañía española Dinamic.

El éxito de la aventura gráfico-conversacional permitió que el título aparecido para el mítico ordenador Spectrum se portara a todos los sistemas de entretenimiento electrónico más extendidos en la época, tales como Commodore 64, MSX, Amstrad CPC e incluso para los PC.

En el título, el jugador era transportado a La Mancha de abril de 1605. Tomaba el papel de don Alonso Quijano, y los objetivos básicos de la aventura eran ser armado caballero y conseguir los amores de su dama.

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El funcionamiento técnico era bastante limitado si se compara con el festival de luz y sonido que fluye por la pantalla en un videojuego actual. Jorge Blécua, conocido en el sector por haber creado Arquímedes XXI, también para Dinamic, desarrolló un título que se enmarcaba en el género de la aventura gráfico-conversacional, es decir, una pantalla con un dibujo -sin ningún tipo de movimiento ni animación.

En la pantalla aparecía, por ejemplo, la estancia de la librería de la casa de Alonso Quijano. Debajo de ésta, un texto definía el lugar y marcaba dos o tres objetos con los que se podía interactuar, además de alguna dirección en la que uno se podía desplazar.

El jugador debía escribir las instrucciones al protagonista para que las ejecutara y ver qué resultado se obtenía. "Los libros polvorientos destacan en una estantería. Hay un libro abierto sobre la mesa. También puedes ir al sur", describe la primera pantalla.

Los pasos que seguir eran: examinar libro, coger libro y leer libro, a lo que el programa respondía: "Empieza la aventura". La escasez de medios visuales y sonoros se suplía con imaginación.

El fiel escudero Sancho Panza tenía su papel como ayudante del hidalgo caballero también en el mundo virtual y, como en la novela, proporcionaba el auxilio necesario en caso de quedarse trabados.

Bastaba con teclear "Ayuda" y Sancho proporcionaba la pista necesaria para saber qué hacer. El recorrido obligaba a visitar posadas, ventas, bosques, y, obviamente, sufrir las situaciones más características de la novela de Cervantes. Leer y escribir era lo mejor para un videojuego basado en el Quijote.

Los personajes literarios son una importante fuente de inspiración en el mundo de los videojuegos. Incluso el investigador Pepe Carvalho dio el salto en 1988, también en este peculiar formato de aventura conversacional, con la adaptación de Los Pájaros de Bangkok. Fabián Escalante, bajo la dirección de Víctor Ruiz, hizo una interpretación para Dinamic de la novela de Manuel Vázquez Montalbán.

En el papel del detective había que vivir una exótica aventura en la que su amiga Teresa Marsé se veía involucrada en una trama de amor y tráfico de diamantes. Por primera vez se permitía el uso de los tiempos verbales infinitivo e imperativo indistintamente para dar las instrucciones debido a la mala influencia que representaban las aventuras en inglés sin traducir.

Producción nacional

La producción nacional se fijó en la década de 1980 en la novela de Umberto Eco El nombre de la rosa para producir uno de los títulos más venerados: La abadía del crimen. Paco Menéndez al código y Juan Delclán a los gráficos dieron como resultado una aventura que seguía los pasos del monje que investiga una serie de misteriosos asesinatos.

La gracia consistía en que se debían atender todas las obligaciones de un franciscano, como asistir a los oficios, comidas y otros actos a la hora exacta, y destinar sólo el tiempo de ocio a las averiguaciones. Si no acudía a alguna misa, el abad ponía los ojos automáticamente sobre el protagonista y le impedía seguir con la búsqueda hasta pasadas unas horas.

Julio Verne, Isaac Asimov, H. P. Lovecraft y Philip K. Dick poseen muchos relatos convertidos en videojuegos, entre los que destacan Yo, Robot o ¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas? del que nació la fantástica aventura Blade Runner.

Éxitos de libros que se repiten en los videojuegos

El huracán de mercadotecnia que actualmente acompaña a las películas favorece que las basadas en la literatura posean su versión en videojuego. Es el caso de Harry Potter, el personaje de J. K. Rowling, del que se han lanzado innumerables juegos, o del oscarizado El señor de los anillos.

Pero si se investiga un poco se descubre una aventura llamada The Hobbit, del año 1982, mucho antes de que llegara la fiebre por el anillo único a los cines de todo el mundo. Melbourne House tomaba como referencia el libro de Tolkien para poner en la piel de Bilbo Bolsón a los viejos aficionados de Spectrum, Commodore y MSX.

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