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Berlusconi dice que el informe sobre la muerte de Calipari genera división en Washington

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ayer que Washington está dividido sobre el informe de la comisión que ha investigado las circunstancias de la muerte de Nicola Calipari, agente de los servicios secretos italianos, ocurrida el 4 de marzo, en Bagdad. "Si las divergencias se mantienen, nosotros no firmaremos nada de lo que no estemos convencidos", recalcó, "aunque esperamos llegar a una solución".

Berlusconi hizo estas declaraciones en el Senado, donde obtuvo el respaldo para el nuevo Gobierno, con 170 votos a favor y 117 en contra. Un portavoz del Gobierno de EE UU negó ayer mismo la existencia de las divergencias internas aireadas por Berlusconi entre el Departamento de Estado y el Pentágono y aseguró que existe "total sintonía".

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El martes, durante su comparencia en la Cámara de Diputados, Berlusconi se negó rotundamente a dar por definitivo el informe sobre el caso Calipari, adelantado el lunes en sus aspectos sustanciales por un oficial del Pentágono que mantuvo el anonimato. En sus conclusiones, los militares estadounidenses consideran inocentes a los marines implicados.

Calipari fue alcanzado por los disparos de una patrulla estadounidense cuando se dirigía en coche al aeropuerto de Bagdad junto a Giuliana Sgrena, recién liberada tras un cautiverio de un mes. El agente protegió con su cuerpo a la periodista, y fue alcanzado de lleno por las balas. Las circunstancias de su muerte le han convertido en un héroe en Italia, pero han puesto en serios aprietos al Gobierno de Berlusconi, aliado de EE UU en Irak.

Berlusconi dijo ayer que hay divergencias entre el Departamento de Estado, preocupado por mantener buenas relaciones con Italia y dispuesto a una mediación, y el Pentágono, decidido a defender a toda costa la conducta de los soldados. "Estamos tratando con Sembler

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[embajador de EE UU en Italia], que debe ponerse de acuerdo con el Pentágono. No es fácil; esperamos llegar a un acuerdo, aunque comprendemos las dificultades", declaró Il Cavaliere.

Versiones enfrentadas

Los dos delegados italianos en la comisión, que surgió como un ente mixto, han defendido la explicación de los hechos facilitada tanto por Sgrena como por el conductor del Toyota en el que viajaban la periodista y el agente Calipari. Según esta reconstrucción, el vehículo circulaba a unos 40 o 50 kilómetros por hora, cuando fue deslumbrado por la luz de reflectores. Entonces se produjeron los disparos.

En cambio, según los militares estadounidenses, el coche circulaba a elevada velocidad y no se detuvo, pese a que así se le ordenó con luces blancas y con los gestos de los propios marines. Tampoco ha habido acuerdo sobre los contactos previos al paso del Toyota. Mario Marioli, número dos de las fuerzas de la coalición en Bagdad, ha declarado haber avisado a los americanos de que el coche se aproximaba al control, sin que los americanos lo hayan reconocido.

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