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Reportaje:

Los frenos de la investigación

La Fundación Puerta del Mar de Cádiz no encuentra apoyos privados a sus proyectos biomédicos

La Fundación para la Investigación Puerta del Mar (FIPM), instalada en el hospital del mismo nombre de la capital gaditana, se creó hace dos años con un doble reto: mover los fondos públicos dedicados a proyectos biomédicos con mayor agilidad y captar apoyos de la iniciativa privada con los que impulsar estos trabajos científicos. Pasado este tiempo, el segundo de los objetivos está todavía pendiente. Ninguna entidad financiera ni empresa de la provincia ha comprometido inversión alguna para este organismo. Según los responsables de la Fundación, "falta cultura de ayuda a la investigación en Ciencias de la Salud".

El Hospital Puerta del Mar tiene concedidos 38 proyectos de investigación. De sus resultados están pendientes muchos enfermos. Por ejemplo, los diabéticos. Uno de los grupos trabaja en averiguar por qué mueren las células beta del páncreas. Una muerte que provoca la diabetes. Si se encuentra una forma de mantener vivas estas células, podría hallarse una solución a la enfermedad. Otros científicos estudian en Cádiz la producción de anticuerpos. O elaboran un mapa del cáncer en la provincia. O analizan la interacción entre el virus del sida y la hepatitis.

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Según el presidente de la fundación, José Antonio Brieva, estos 38 proyectos han podido ser concedidos porque, previamente, han encontrado financiación de las diversas convocatorias públicas. El organismo que él preside no tiene suficientes medios todavía para asumir el coste de estos proyectos. Ni siquiera para cofinanciarlos.

La fundación nació con unos fondos propios de 3.000 euros. Su ubicación física y orgánica en el Hospital Puerta del Mar le permitió echar a andar con personal e investigadores del propio centro médico. En este tiempo, ha logrado contratar a casi una veintena de becarios, convocar premios y organizar visitas y conferencias de algunos expertos, gracias a que el SAS le cede entre el 10% y el 15% de la cuantía económica de los proyectos que alberga el hospital gaditano y algunos convenios puntuales con industrias farmacéuticas que realizan sus ensayos clínicos en sus instalaciones. Pero no ha habido más apoyos.

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Los responsables de la FIPM confiaban en encontrar la ayuda de las cajas de ahorro o de alguna gran empresa de la zona para que realizara alguna donación, algo que conlleva razonables ventajas fiscales, o, al menos, llegar a acuerdos concretos para sufragar determinados gastos a cambio de promoción publicitaria. Es lo que ocurre en otros países, como el Reino Unido o EE UU, donde es habitual que las aulas, laboratorios o, incluso, las sillas lleven la marca de alguna entidad privada que ha decidido subvencionar la investigación biomédica.

"Nadie nos ha dicho que no. Nos dan largas. Que lo tienen que estudiar, que le presentemos un proyecto por escrito, que lo mirarán. Pero, de momento, aunque estamos en negociaciones, no hemos conseguido nada sustancial", reconoce Brieva. El presidente de la fundación lo achaca a una "falta de cultura de la colaboración con el desarrollo de trabajos científicos". Recuerda que en Cádiz las cajas de ahorro, por ejemplo, están presentes en actos culturales, festivos o deportivos. Pero no en el organismo que coordina los avances científicos del principal hospital gaditano. También ejerce la autocrítica. "No hemos sabido convencer de la importancia de la investigación". Por eso, la FIPM estudia ahora nuevas estrategias de comunicación y atracción de fondos.

La unidad de investigación del Puerta del Mar tiene ahora 180 metros cuadrados. El gran sueño de sus responsables es disponer de más espacio. Un sueño a punto de hacerse realidad después de que la Unión Europea haya aprobado un proyecto Feder que permitirá construir una nueva planta en el hospital y cuadriplicar las instalaciones de investigación.

Eso sí, el millón de euros que se va a recibir no llegará para amueblar completamente las nuevas habitaciones y laboratorios. Según Brieva, "es una buena oportunidad para que las empresas y cajas hagan donaciones".

Se espera que la nueva planta esté lista a finales de 2006. Todavía los arquitectos trabajan en afinar el proyecto. Una propuesta, que dependerá de la autorización municipal, es que las paredes al exterior sean de cristal. "Darán la imagen de modernidad que buscamos". Vidrio transparente para dejar ver desde fuera que dentro se investiga.

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