Una familia unida

Establecida en Manacor desde el siglo XIV, la familia Nadal es una de las más tradicionales de las Illes Balears y siempre se ha distinguido por haber mantenido una unidad a prueba de todo y haber encarado las cosas con mucha humildad. Ésa ha sido una de las claves que han marcado la carrera de Rafael Nadal, el tenista español más emergente de los últimos años, que ha causado una revolución en su deporte a nivel mundial. Los suyos, sin embargo, parecen querer minimizar el impacto del éxito de Rafa, pero siguen su carrera minuto a minuto.

Su abuelo, Rafael Nadal, vive en el centro de Manacor, es director de la orquesta de la ciudad y sigue controlando todos los movimientos de la familia. Incluso los pasos de Rafa, de quien guarda todos los recortes de prensa. Sus cinco hijos han desarrollado sus propios caminos, pero viven en Manacor o en sus proximidades y se reúnen casi a diario. Muchos de ellos comparten empresas y toda la familia participa en negocios inmobiliarios. Miquel Àngel, ex futbolista del Barcelona, del Mallorca y de la selección española, reside en Porto Christo, donde tiene una mansión frente al puerto. Otros hermanos tienen también casa junto al mar en esta ciudad veraniega. Toni, el entrenador, y Sebastián, el padre de Rafa, poseen una empresa de cristalería que ahora dirige Sebastián. Miquel Àngel y Toni tienen un restaurante en Palma. Rafael, otro de los tíos de Rafa, es concejal del PP en el Ayuntamiento de Manacor. Miquel Àngel se está preparando para convertirse en el comentarista de fútbol de la nueva televisión autonómica balear IB3. Y la hermana mayor del tenista, Marilén, tuvo su tercer hijo poco antes del torneo francés.

Parecen querer minimizar el impacto de Rafa, pero siguen su carrera minuto a minuto

A los miembros de la multitudinaria familia Nadal es habitual verles juntos tanto en Manacor como en Porto Christo y practicar deporte o, simplemente, salir de pesca, una actividad muy extendida en las islas que Rafa lleva a cabo a menudo. El golf es otro de los deportes predilectos de la familia. Miquel Àngel es el rey en ese apartado.

Contrariamente a lo que podría creerse, Sebastián, el padre de Rafa, controla todos los movimientos de su carrera profesional. Le ha dado su confianza a Toni porque es profesor de tenis y es quien ha supervisado desde el principio la evolución de Rafa. Sin embargo, cualquier decisión debe tener su bendición. Al parecer, Toni ha comenzado a mostrar signos de cansancio y quiere viajar menos y pasar más tiempo con su esposa y sus tres hijos.

Durante estos días la mayor parte de la familia viajó a París para reunirse con Rafa en uno de los momentos más importantes de su vida tenística. Los Nadal llegaron a Roland Garros y era imposible que pasaran inadvertidos. Sin embargo, lo intentaron. "Venimos aquí a ver grandes partidos de tenis más que a animar a Rafa", dijo Miquel Àngel el día antes de que Rafa jugara contra el suizo Roger Federer. Y, aunque evidentemente todos querían ver el triunfo de su sobrino, tanto Rafael como Miquel Àngel, que estaban junto a Toni en la primera fila del palco de los jugadores, lamentaron algunos errores de Federer. En un reciente reportaje sobre Nadal, se cuenta que su abuela llamó escandalizada a Toni para preguntarle: "¿Cómo ha podido hacer esta irreverencia?". Se refería a cuando Rafa venció a Carlos Moyà en el torneo de Hamburgo en 2003.

La verdad es que a París no viajaron los abuelos de Rafa, pero sí todos sus tíos y sus hijos y su hermana María Isabel, de 14 años. Pero su vida transcurrió bastante al margen de la del campeón de Roland Garros. Aunque se han alojado en el mismo hotel y se han visto con asiduidad, sólo cenaron todos juntos en la cena de celebración del 19º cumpleaños de Rafa, a la que también acudió el baloncestista Pau Gasol para quedarse deslumbrado ante la extraordinaria capacidad del tenista para devorar pechugas de pollo con pasta.

Habitualmente, mientras el resto de la familia hacía turismo por la capital francesa, Toni y Rafa llevaron una agenda más ajustada a los avatares de la competición. El campeón de Manacor y su tío-entrenador pasaron horas juntos preparando los partidos, comiendo a sus horas en el club, junto al Bosque de Bolonia, y cenando con Carlos Costa, el representante del jugador, en las cercanías de los Campos Elíseos.

Ayer, la familia Nadal estuvo reunida en torno a la pista central junto a miembros de la familia real española y el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, para ser testigos de la última proeza del genio de la raqueta vestido con el uniforme que le ha proporcionado Nike -camiseta verde a rayas sin mangas y pantalones piratas- para levantar el trofeo de Roland Garros.