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CUMBRE DE LA UE | La gestión de la crisis

"Vamos a demostrar que somos socios fiables"

El estallido de la crisis interna de la Unión Europea llega en el momento más crítico del año, justo en vísperas de la cumbre anual entre la Unión y EE UU. La alta delegación comunitaria, que mañana será recibida por George W. Bush, tras participar hoy en otra cumbre en Canadá, acude a Washington decidida a mostrar que ni fracaso constitucional ni fracaso presupuestario van a afectar al papel de la UE en el mundo, que la Unión sigue siendo un socio fiable.

Jean-Claude Juncker, presidente de turno de la UE, desanimado tras los dos estrepitosos fracasos del Consejo Europeo, no pudo evitar una irónica confesión en la madrugada de ayer: "Voy a explicar en detalle a EE UU la fuerza y el vigor de Europa". Fue un extraño y revelador momento de sinceridad, al manifestar en conferencia de prensa algo que hasta ahora sólo se comentaba en privado. "El debilitamiento de Europa se producirá de forma lenta, progresiva, de lo que otros se darán cuenta antes que los europeos".

La dramática fractura de la Unión, generadora de la desconfianza que cristalizó en el Consejo de esta semana, se produjo a raíz de la crisis de Irak. La revalidación de Bush en las urnas y el gesto del presidente americano de hacer su primera visita a Europa, el pasado febrero, sirvió para tender puentes sobre el Atlántico. Bush ha dicho que desea trabajar con una Europa fuerte y unida. Es la idea con la que la delegación europea voló ayer a Niágara (Canadá) y Washington. "Vamos a redoblar los esfuerzos y a responder a los compromisos exteriores de forma responsable", dijo Cristina Gallach, portavoz de Javier Solana, Alto Representante de la Política Exterior de la Unión. "Vamos a demostrar que somos socios fiables".

La cumbre con EE UU es la primera de una serie de citas importantes para la UE. El miércoles, Bruselas acogerá la conferencia internacional sobre Irak. A finales de julio debe proponer un paquete para las relaciones con un Irán sin veleidades nucleares, tras haber convencido a Washington de optar por la vía negociadora. En agosto alentará la retirada israelí de Gaza. En septiembre estará presente en la discusión sobre el futuro de Kosovo. Entre medias, quedan misiones como la de ayuda en Darfur (Sudán). "Sólo con mala fe se puede pensar que la UE no va a seguir haciendo lo que tiene que hacer. Ahora habrá que esforzarse más", reconoce Gallach.

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