El acuerdo en 53 municipios, base para el programa de la coalición
La posibilidad de que PSdeG y BNG gobiernen juntos en la Xunta está más cerca que nunca, pero no es una novedad absoluta. Ambos tienen un precedente claro en los gobiernos municipales, en los que llevan muchos años de pacto.
Tras los últimos comicios locales, en 2003, en los que el PP obtuvo un mal resultado, Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana ya se reunieron en una mesa para pactar un programa de gobierno de 53 ayuntamientos, entre ellos algunos de los más importantes (Vigo, Pontevedra, Santiago de Compostela, Vilagarcía de Arousa...). 18 de ellos pasaron a estar gobernados por el BNG con apoyo del PSdeG y 35, con la fórmula inversa. El único en el que hubo un conflicto grave, que acabó con la destitución del alcalde, el socialista Ventura Pérez Mariño, fue Vigo. Este conflicto está en vías de solución, ya que el líder local del BNG ya ha dejado la jefatura y el del PSdeG está a punto de hacerlo
En el resto de los municipios, con los altibajos habituales de las coaliciones, los pactos han funcionado razonablemente bien, según interpretan desde ambas formaciones.
En el texto de 2003, firmado por Touriño y Quintana, las dos fuerzas se comprometían a basar los gobiernos en la corresponsabilidad "solidaria y leal" y en una relación "en pie de igualdad basada en el respeto a la autonomía de cada organización".
En cuanto a los compromisos programáticos, aunque con un claro de contenido local, se podían ver ya entonces cuáles son las prioridades en común de ambas formaciones, sobre todo en los 13 puntos que se pactaron para la Diputación de A Coruña, que pasaba a estar presidida por el PSdeG con un vicepresidente del BNG.
Entre ellos destacaban: estimular la participación social en la vida política y la democratización de la sociedad. Impulsar los valores éticos en el ejercicio de la política. Mejorar los indicadores sociales y las condiciones de vida de los ciudadanos. Conservar, proteger y poner en valor los recursos naturales. Fomentar la transparencia como principio de actuación en todos los ámbitos de la gestión pública, especialmente en la provisión de puestos de trabajo públicos y de subvenciones. Fomentar el empleo. Promocionar políticas de cooperación y solidaridad con la emigración. Promover la cultura e identidad de Galicia, con especial énfasis en las políticas de normalización lingüística.
