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Zapatero acepta ser valedor en la UE de la política antiterrorista de Uribe

El Gobierno concede a Colombia créditos por importe de 300 millones

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer un decidido apoyo a la política antiterrorista del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de cuyo polémico instrumento, la llamada Ley de Paz y Justicia, aceptó ser valedor ante la Unión Europea (UE). Zapatero admitió incluso considerar, con vistas a su promoción, la propuesta de Uribe de que la Unión Europea forme una comisión de seguimiento de la aplicación de esa ley, con el propósito de disipar las desconfianzas que la política de pacificación del Gobierno colombiano ha suscitado en muchos ámbitos.

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Desde que se aprobó el pasado mes de junio, han arreciado las críticas hacia una ley considerada por sus detractores sesgada y hecha a la medida de las organizaciones paramilitares que, combatiendo a la guerrilla, se han apropiado de amplias zonas del territorio colombiano en beneficio de los clanes del narcotráfico y de la ultraderecha que las inspiran.

A las asociaciones de derechos humanos, y en especial Amnistía Internacional (AI), que desde que Uribe accedió al poder, hace tres años, han denunciado la impunidad, en su opinión prácticamente gratuita, que el proceso de paz estaba dando a los paramilitares, se han sumado recientemente periódicos como The New York Times y sectores significativos del Congreso de EE UU que ha criticado la ley recién aprobada, pese a que el presidente estadounidense, George W. Bush, tiene en el actual presidente colombiano su mejor, y casi único, aliado en América Latina.

La Unión Europea, por su parte, expresó ya el pasado diciembre su preocupación por que el marco del Estado de derecho pudiera correr riesgos en el proceso colombiano, y ha pedido a Bogotá aclaraciones sobre la Ley de Paz y Justicia así como una serie de detalles sobre su aplicación.

Hace un año, cuando el presidente Uribe visitó el Parlamento Europeo, más de 100 eurodiputados se ausentaron del pleno para manifestar su protesta. El rechazo parece haberse extendido en los últimos 12 meses, lo que explica que el tema central de la gira actual de Uribe, que se prolongará mañana en Londres, haya sido casi exclusivamente la política antiterrorista.

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Éste es el panorama sobre el que ha tenido que definirse Rodríguez Zapatero, al hilo de esta visita, y no hay duda de que lo ha hecho en un sentido absolutamente positivo para el presidente colombiano, y sin temor a que este paso pueda llegar a comprometer la imagen del líder de izquierda que se apartó de EE UU por la guerra de Irak y que ha legalizado el matrimonio entre homosexuales. El presidente del Ejecutivo español dijo ayer que defenderá la gestión de Uribe también ante las ONG que la cuestionan, y precisó que una gran mayoría de estas organizaciones que actúan en Colombia son españolas.

Información "clarificadora"

Pero el resultado más novedoso de la entrevista de ayer es el compromiso español de llevar al terreno europeo un apoyo que Zapatero ya expresó con contundencia durante su visita a Bogotá del pasado mes de abril. Cuando se le preguntó si hará de "puente" para reducir en Europa las reticencias hacia la Ley de Justicia y Paz, el presidente respondió que la información que le ha dado Uribe ha sido "clarificadora" y que, "por supuesto, va a servir como elemento para el diálogo en la UE".

El compromiso del Gobierno de hacer de valedor de la causa de Uribe quedó aún más claro tras la pregunta concreta de si España va a apoyar en la UE la controvertida ley. "Creo que ya he sido suficientemente elocuente", contestó Zapatero, quien, no obstante, añadió que, como miembro de una UE a la que corresponde desarrollar todo el proceso de diálogo sobre la situación colombiana, "España desea que sea fructífero, positivo y que concluya con un acuerdo".

Zapatero explicó esta posición aludiendo a la trágica experiencia terrorista española, y agregó que "España es especialmente amiga de los países que tienen un horizonte dificultoso, y Colombia lo tiene". "Todos comprendemos la dificultad de la situación", añadió, "y todos debemos ser solidarios, lo que de alguna manera obliga a tener una predisposición favorable hacia la Ley" de Paz y Justicia. España, concluyó, va a contribuir a que se mantengan "los principios" de libertad, democracia y derechos humanos, y "el objetivo de poner fin a la violencia". También reiteró que las guerrillas del ELN y las FARC sólo merecen su rechazo y condena.

Además de reiterar su gratitud a Zapatero por el apoyo expresado, Uribe insistió, frente a sus críticos, en que tan delictivas son las guerrillas como los paramilitares, ya que en una democracia nunca está justificado el uso de la violencia. También reiteró que la Ley de Justicia y Paz está abierta a todos los que han delinquido, pero el hecho, subrayó, es que los paramilitares la han aceptado y los guerrilleros no, porque "quieren la impunidad total", no aceptan que los llamado "delitos atroces" tengan las penas mínimas señaladas.

Zapatero no estará solo en Bruselas en la defensa de éstos y otros argumentos que Uribe expuso públicamente en Madrid la víspera. En un acto celebrado el lunes, el presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, hizo también una defensa muy firme de la gestión de Uribe.

El "buen momento", en palabras de Rodríguez Zapatero, de las relaciones hispano-colombianas quedó confirmado ayer por la concesión de un crédito de 256 millones de euros, "en términos muy favorables", para la construcción de infraestructuras en Colombia y de ayudas al desarrollo por valor de 65 millones de euros, y de otros 40 millones de euros en microcréditos.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo se reunió ayer durante una hora y 15 minutos con el nuevo embajador de Estados Unidos en Madrid, Eduardo Aguirre. La conversación, en español, fue "cordial, franca y abierta" según fuentes españolas, que destacaron el interés de Aguirre en identificar los problemas en las relaciones bilaterales para tratar de solucionarlos.

Álvaro Uribe, durante la rueda de prensa en La Moncloa.
Álvaro Uribe, durante la rueda de prensa en La Moncloa.LUIS MAGÁN

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