Seguridad total en la carne que se consume actualmente
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) considera que la muerte producida por la enfermedad de las vacas locas conocida el viernes entra dentro de la "lógica estadística", pero no debe alarmar a la sociedad. Como dijo la ministra de Sanidad el viernes, "con toda seguridad", la mujer "se contagió antes de las medidas de control (prohibición de las importaciones, eliminación de los materiales específicos de riesgo, obligatoriedad de notificación y análisis de los animales)".
"Las medidas de control que se adoptan en la actualidad impiden que la carne que se consume hoy en día esté infectada", remarcó a Servimedia el presidente de Asaja, Pedro Barato.
También Juan José Badiola, director del Laboratorio Nacional de Referencia de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles, aseguró que no hay motivo de alarma sobre el consumo actual de carne en España debido a que las medidas adoptadas garantizan un alto nivel de seguridad. Sin embargo, en declaraciones a la Cadena SER, Badiola dijo que esta muerte demuestra que ha habido trasmisión, por lo que concluye que "habrá más casos".
Sobre el hecho de que la fallecida no estuvo nunca en Gran Bretaña, ni era una consumidora habitual de carne de vaca, Badiola opinó que el contagio no se produce sólo por vía alimentaria, ya que también es posible la transmisión cutánea. Por eso, explicó, se toman precauciones con personas que trabajan en laboratorios o veterinarios que toman muestras de vacas enfermas. También dijo que podría ser vía de trasmisión un cosmético elaborado a partir de un bovino enfermo.
Antes de la crisis de 1999-2000, las políticas de control eran diferentes dentro de los países de la Unión Europea, pero desde diciembre de 2000 se aplica un plan de vigilancia y control obligatorio para todos los países de la Unión, recordó Badiola.
El plan consiste en una vigilancia "exhaustiva" para detectar casos bovinos en animales muertos y sacrificados en los mataderos, lo que ha permitido la detección de muchos de los casos. Además, se suprimieron las harinas de carne y hueso en la alimentación animal (algo que ya se había intentado sin éxito cuando el anterior brote).
