La conexión española
EL CARÁCTER bondadoso de Alberto Zedda despierta afecto allá por donde va. Luego, el maestro tiene un genio de los que arrebatan, pero eso es otra historia. Después de Italia su segunda patria es España. Tiene a su mujer, Cristina, en Galicia y también muchos amigos. Y le gustan la gastronomía y los vinos, aunque no sé si cambiaría una fuente de percebes gallegos por unos gnocchi u otra pasta preparada por su cocinera Bruna. Zedda ha conseguido que la presencia española en Pesaro se intensifique, algo que nunca se le agradecerá lo suficiente desde nuestro país. En la inauguración del actual festival -el pasado lunes 8, con Bianca e Falliero- actuó por tercer año consecutivo la más rossiniana de nuestras orquestas, la Sinfónica de Galicia, y debutó en Pesaro la soprano navarra María Bayo. Bien acompañada en el reparto, desde luego, con la eminente Daniela Barcellona. En las últimas ediciones han desfilado por los diferentes teatros del festival directores musicales españoles como Víctor Pablo Pérez y Jesús López Cobos, escénicos como Emilio Sagi y Lluís Pascual y cantantes como Mariola Cantarero o Silvia Tro. Ello sin contar al tenorísimo Juan Diego Flórez, que también habla español, y que lleva ya unos cuantos años consecutivos sentando cátedra por estas tierras (está este año en El barbero, con un nuevo montaje de Ronconi). Todas estas presencias le hacen feliz a Alberto Zedda. Mucha cabeza, mucha cabeza, pero en el fondo es un sentimental este milanés de modales afables. Un sentimental y un caballero.
