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Reportaje:INTEGRACIÓN ENERGÉTICA

Luz y gas en tres continentes

Gas Natural sostiene que la integración no perjudica a la competencia en España por su escasa presencia en el mercado eléctrico y el poco peso de Endesa en el sector gasista

"Uno más uno suman más que dos". Ésa es la máxima que persigue cualquier fusión entre dos empresas. Y ésas eran las cuentas que echaba ayer el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, en la presentación de la oferta pública de adquisición (OPA) del grupo gasista sobre Endesa. La operación daría lugar a un gigante multinacional de la electricidad y el gas con un amplio liderazgo en un mercado en alza como Latinoamérica y también en España e Italia, cuyo crecimiento por encima de la media europea fue subrayado ayer por la cúpula de la gasista.

Si la OPA llegara a buen puerto, el grupo controlaría algo más del 40% del mercado eléctrico español, el 90% de la distribución de gas y el 61% de la comercialización gasista, cifras que proceden de la suma de las cuotas de mercado de Gas Natural y Endesa en los dos sectores, antes de la pactada desinversión de activos en favor de Iberdrola. El consejero delegado de la gasista, Rafael Villaseca, se curó en salud sobre las críticas al impacto negativo sobre la competencia en el mercado energético.

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La integración "estaría en línea de lo que propone el Libro Blanco de la generación eléctrica, en el que se asume que en España no faltan competidores sino competencia", interpretó. Villaseca reiteró en varias ocasiones que el número de competidores "no se altera", por el escaso peso arañado por Gas Natural en el mercado eléctrico (3,5%) y el de Endesa en el mercado gasista (4%). Sin embargo, el propio autor del Libro Blanco, José Ignacio Pérez Arriaga, opinó que la operación "difícilmente" aumentaría la competencia, porque con la compra de activos por Iberdrola "perdemos un agente".

La aceptación de la oferta supondría la creación de la tercera compañía del mundo por clientes en el sector energético, con 31,2 millones de abonados en 11 países -sólo superada por la italiana Enel y la alemana E.On- y presencia en tres continentes. En España, el liderazgo del nuevo grupo es abrumador, incluso tras la anunciada venta de activos a Iberdrola. La compañía resultante de la OPA y la empresa vasca se repartirían el 80% del mercado de ambos sectores. En los negocios regulados, Endesa y Gas Natural coparían la mayor parte del mapa de distribución gasista -con las únicas excepciones del País Vasco, Asturias y Canarias-, y la distribución de electricidad en los dos archipiélagos, el sur y el noreste de España.

La suma de los resultados de Gas Natural y Endesa eleva los beneficios conjuntos de 2004 a 1.900 millones de euros, y la facturación, a unos 25.000 millones, con una plantilla conjunta de 34.000 empleados. "Un titán europeo", resumía ayer The Wall Street Journal para alegría de Gabarró.

La integración de compañías energéticas es una tendencia global y un argumento que Gas Natural utilizó ayer a su favor. En general, la efervescencia del sector se hace patente al coincidir con operaciones como la oferta de E.On sobre la británica Scottish Power o la de Suez sobre Electrabel.

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