Un consenso sin gran contenido

Libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia, respecto a los derechos humanos y de la naturaleza, y compartir la responsabilidad son los valores comunes sobre los que se sustenta la difícil convivencia de los 191 países que integran Naciones Unidas. El documento de la cumbre de Nueva York reafirma además que un sistema multilateral efectivo es "vital" para hacer frente a los retos y amenazas a los que se enfrenta la humanidad. Bajo estos principios, los líderes mundiales acordaron, tras una intensa negociación, dar soluciones a problemas en cuatro áreas:

- Desarrollo. La mitad del documento -de 35 páginas y 178 párrafos- está dedicada a la lucha contra la pobreza, el fomento de la educación, la eliminación de la discriminación sexual, la protección del medio ambiente y la lucha contra enfermedades como el sida, la tuberculosis o la malaria. En este sentido, los líderes reiteran así su "determinación" para asegurar la plena realización de los ocho Objetivos del Milenio. Pero evitan lanzar nuevas obligaciones o propuestas en firme, y se rebaja además el tono de las iniciativas ya pactadas en la cumbre de Monterrey.

La mitad del texto está dedicada a la lucha contra la pobreza, el sida y la malaria

El texto se limita a "dar la bienvenida" a que los países ricos que lo deseen destinen el 0,7% de su PIB a la financiación del desarrollo, con la vista puesta en el año 2015, y de al menos el 0,5% del PIB para 2010. También se hace mención a otras fuentes de financiación, como la Acción contra la Pobreza y el Hambre, que patrocina España; la Facilidad Financiera Internacional, patrocinada por Reino Unido, o la cancelación del 100% de la deuda de los países pobres altamente endeudados, lanzada por el G-8. El documento final también reconoce la importancia del sector privado en este propósito, del acceso de los países pobres a fuentes de financiación como los microcréditos y pone un énfasis especial en la necesidad de que las naciones receptoras de ayuda desarrollen una gestión pública eficaz y transparente. Además, se destaca la importancia de la eliminación de las barreras comerciales y la importancia de la transferencia de tecnología para fomentar el crecimiento, el empleo y el desarrollo en los países más pobres.

- Paz y seguridad. Los líderes mundiales reconocen que se enfrentan a una serie de amenazas que requieren una respuesta "urgente, colectiva y más determinada". El documento condena el terrorismo en todas sus formas y pide un esfuerzo a los países para que se llegue a un acuerdo antes de septiembre de 2006 sobre la Convención sobre el Terrorismo Internacional. Pero se evita hacer una mención precisa a los ataques contra civiles como actos terroristas o al derecho a la resistencia armada ante la ocupación extranjera.

Sobre el recurso al uso de la fuerza, se reitera que debe hacerse de una manera consistente con los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas, para mantener la paz y la seguridad internacional. Y pone el énfasis en la obligación de los países de resolver sus diferencias por vías pacíficas para prevenir un conflicto armado. El Consejo Seguridad debe decidir una acción coercitiva.

Los líderes acuerdan crear una Comisión para la Consolidación de la Paz, para evitar que los países que se recuperan de un conflicto recaigan de nuevo en el enfrentamiento. Pero la ONU no está en este momento en condiciones de establecer la composición de este nuevo órgano ni las reglas que lo regirán. El texto final no contempla los objetivos previstos sobre la proliferación nuclear ni al desarme atómico.

- Derechos humanos. Se acuerda crear un Consejo de Derechos Humanos, que sustituirá a la comisión con sede en Ginebra y que se encargará de promover la protección de los derechos y libertades fundamentales, "sin distinciones". Pero tampoco en este caso los líderes están en condiciones de establecer cómo estará compuesto, ni sus funciones o métodos de trabajo, cuestiones que deberán ser negociadas en la Asamblea General antes de que finalice el nuevo periodo de sesiones en septiembre de 2006.

También en este ámbito las naciones que integran la ONU crean un nuevo concepto, el de la "responsabilidad de proteger" a la población civil, y por el que se facilitaría la intervención militar en casos de genocidio, crímenes contra la humanidad o de limpieza étnica. El Consejo de Seguridad será el encargado de autorizar cualquier tipo de "acción colectiva" bajo este nuevo principio si constata que las autoridades nacionales no son capaces de poner fin a las violaciones. Además, se da la bienvenida a la creación de un Fondo de la Democracia.

- Reforma. Los jefes de Estado y de Gobierno reafirman su compromiso para reforzar la autoridad y la eficiencia de la ONU, para que esté a la altura de los retos a los que se enfrenta el organismo y recuperar su imagen dañada por los escándalos. Los 191 miembros reafirman la posición "central" que ocupa el secretario general de la ONU, como gestor y político, y dan la bienvenida a las iniciativas de Kofi Annan para reforzar su liderazgo, aunque se evita dar pasos concretos. Sobre la eterna discusión del Consejo de Seguridad, se considera "esencial" su modernización para hacerlo más representativo, eficiente y transparente. Y para llegar a un consenso que permita su ampliación, los 191 países se dan de plazo hasta final de año.