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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN

Los parlamentarios catalanes expresan su plena voluntad de negociar y pactar

Mas, De Madre y Carod afirman que el proyecto cuenta con consenso y respeta la Constitución

Enric Company

Los tres representantes del Parlamento catalán -Artur Mas (CiU), Manuela de Madre (PSC) y Josep Lluís Carod Rovira (ERC)- defendieron la toma en consideración del proyecto de nuevo Estatuto por el Congreso basándose en que cumple las condiciones exigidas por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: contar con un amplio consenso en Cataluña y ser respetuoso con la Constitución. Los tres mantuvieron que Cataluña es una nación y pidieron al Congreso que no tenga miedo a que, al aceptar esa definición de Cataluña, España se reconozca como es, a su juicio: plurinacional, pluricultural y plurilingüística. La delegación parlamentaria expresó plena voluntad de negociar y pactar.

De Madre: "Somos una nación. La nación catalana no niega la nación española, la enriquece. España es nación de naciones"
Carod: "Si ahora nos cierran esa puerta, ¿qué otra puerta nos dejan abierta? Les tendemos la mano, no la rechacen"
Mas: "Si haciéndolo democráticamente se niegan a aceptarlo, ¿cómo sugieren que actuemos en el futuro?"
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Los representantes de la Cámara catalana siguieron el debate desde una mesa situada al pie del hemiciclo, y estuvieron arropados desde la tribuna de invitados por el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall; su antecesor, Jordi Pujol; el presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, y una numerosa representación de parlamentarios autonómicos catalanes y miembros del Gobierno de la Generalitat.

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Los defensores del proyecto destacaron que se ha elaborado "democrática y pacíficamente" y con el apoyo del 90% del Parlamento catalán. Artur Mas afirmó que tan amplia mayoría deja claro que "no es el Estatuto de los nacionalistas catalanes, aunque algunos se empeñen en presentarlo así". Y que es la respuesta a la pregunta sobre hasta dónde quieren llegar los catalanes. Manuela de Madre dejó claro que el nuevo Estatuto no es ni un mal menor "ni una etapa transitoria hacia nuevos e inciertos destinos". También Carod quiso despejar las eventuales dudas sobre la sinceridad de los independentistas en este proceso. "Vamos a compartir la casa", dijo. "Esto es lo que planteamos y no otra cosa; ¡basta ya de mentiras!".

Artur Mas pidió a los diputados que aborden la reforma con "auténtico sentido de Estado", y precisó que eso quiere decir "no engañar a la gente diciendo que el Estatuto rompe España" y "no presentar a los catalanes como pedigüeños e insolidarios. Estas imputaciones son injustas y falsas".

La socialista Manuela de Madre fue contundente al negar que el Estatuto sea un gesto de separación. "Aquí no se rompe nada, ni España, ni la caja única de la Seguridad Social, ni la unidad de mercado, ni la unidad jurisdiccional, ni el partido socialista. No se rompe nada. No por nuestra parte. No en nombre de Cataluña". La defensa de la nación catalana no significa, aseguró, la negación de la nación española "pues España es una nación de naciones". Y eso se inscribe en la voluntad de "superar la lógica de un Estado, una nación". Contra lo que muchos nacionalistas suelen decir, De Madre sostuvo que Cataluña no es una nación sin Estado. "Somos una nación que ya tiene un Estado, el español, que es el nuestro", precisó.

La parlamentaria socialista elevó el tono emocional cuando recordó su condición de nativa andaluza inmigrada a Cataluña en la década de los años 70, "echada de mi Huelva natal" por "la España franquista y de la miseria". Enraizada en Cataluña, ahora, "a mí nadie me echa de España", enfatizó. Y advirtió: "Ni me echarán de España por defender a Cataluña, ni de Cataluña por defender la unidad de España".

Aunque de otra forma, también Carod señaló la voluntad integradora que, según dijo, anima a la propuesta de Estatuto. Tras señalar la "decepción" y la "fatiga" que produce la permanente lucha contra el centralismo y la catalanofobia, preguntó: "¿Para qué nos quiere España, si nos tiene siempre bajo sospecha? ¿Por qué razón los que nos llaman españoles nos tratan como extranjeros?".

La demanda de respeto a la voluntad del Parlamento catalán estuvo acompañada en los tres diputados de una oferta de negociación y pacto. "Estaremos en la mesa de la negociación, dialogando siempre y pactando cuando el acuerdo sea mejor que el desacuerdo". Si al respeto de los mecanismos legales de reforma y la voluntad de diálogo y pacto se le da un portazo, "¿cómo sugieren ustedes que actuemos en el futuro?", preguntó Mas.

De Madre recordó el empeño puesto por el PSC en la incorporación al texto de los criterios de constitucionalidad señalados por el Consejo Consultivo de la Generalitat. Dicho esto, añadió: "Quizás sea mejorable, de acuerdo. Quizá podamos, juntos, precisarlo y adecuarlo a nuevos y más amplios consensos. De acuerdo".

De Madre afirmó que la delegación catalana acudía al Congreso "con las manos abiertas" y Carod destacó que el texto debatido "no es un proyecto de confrontación sino de diálogo" y que "busca el pacto".

Además de expresar la voluntad de llegar a acuerdos, los tres parlamentarios replicaron a las acusaciones de insolidaridad vertidas contra Cataluña. Y resaltaron que esa comunidad necesita contar con más recursos para hacer frente a nuevos retos, tanto económicos como sociales. Carod señaló que "hay más pobres en Cataluña que habitantes en ciertas comunidades autónomas".

De Madre defendió que la propuesta de financiación garantiza la coordinación de la Generalitat con la Hacienda central "porque la Generalitat es Estado, Estado español y no otro". Artur Mas añadió: "Reclamamos más autogobierno y una financiación más justa, pero no confundan esto con pedir privilegios". Carod terminó con una invitación a que "admitamos lo que somos y cómo somos", y con una pregunta: "Si nos cierran esta puerta, ¿qué otra nos dejan abierta? Les tendemos la mano, no la rechacen".

Artur Mas (CiU), Manuela de Madre (PSC) y Josep Lluís Carod Rovira, en los escaños habilitados en el hemiciclo del Congreso para que siguieran el debate.
Artur Mas (CiU), Manuela de Madre (PSC) y Josep Lluís Carod Rovira, en los escaños habilitados en el hemiciclo del Congreso para que siguieran el debate.ULY MARTÍN

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