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Reportaje:

Una biografía en el congelador

Sarkozy trata de impedir la divulgación de un libro sobre su esposa

Todo parece indicar que el ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, no va a poder impedir que salga a la venta la biografía que sobre su todavía esposa Cecilia ha escrito la periodista Valérie Domain. Lo ha intentado. Sin complejos, como la derecha política que dice encarnar, Sarkozy mandó llamar a su despacho de la plaza Beauveau, la emblemática sede parisiense del ministerio del Interior, a Vincent Barbare, responsable de la editorial First que se disponía a publicar Cecilia Sarkozy, entre el corazón y la razón, el libro que Domain ha escrito tras una serie de entrevistas mantenidas con la protagonista.

Sarkozy, que desde antes del verano vive separado de Cecilia, debió ser muy convincente. Tras la visita, el editor anunció que aplazaba sine die la publicación del libro. Tanta efectividad fue interpretada como simple censura. "No se trata de censura", replicó el portavoz del ministro, "no ha prohibido la publicación del libro, simplemente ha recordado al señor Barbare que desde principios de septiembre se ha fijado una nueva regla: perseguir ante la Justicia cualquier atentado contra su vida privada".

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Para el no enterado de la vida sentimental del ministro del Interior, la referencia a septiembre tiene que ver con la fecha que él mismo había dado para "solucionar sus problemas conyugales" cuando antes del verano la revista Paris Match aireó la relación sentimental de su esposa Cecilia, de origen español, con el ejecutivo de publicidad Richard Attias. A su vez, la nueva compañera sentimental de Sarkozy, siempre según el semanario, es la periodista de Le Figaro Anne Fulda. Unas historias que, pese a proporcionar tiradas excepcionales al semanario, a punto han estado de costarle el puesto a su director Alain Genestar.

Todo el mundo sabe, porque lo ha dicho la propia Cecilia, que fue ella misma la que le pidió a su todavía marido que impidiera que el libro llegara a las librerías. También ha dicho que nunca autorizó la publicación de su biografía, aunque no ha negado que se reuniera varias veces con Domain y otros periodistas y permitiera que se grabaran las conversaciones. Pero parece ser que cuando leyó algunas páginas se dio cuenta enseguida de que tendría problemas, no sólo ella, sino también su marido, declarado aspirante a la presidencia francesa en 2007. Y llamó a Nicolas para pedirle socorro. "Fui yo quien le pedí que me ayudase", explicó Cecilia a Le Parisien.

Lo que no calculó Sarkozy fue el efecto publicitario que él mismo impulsaba intentando evitar la publicación del libro. La semana pasada, la editorial First, que ya había impreso más de 25.000 ejemplares, cambió de opinión y anunció que escucharía las grabaciones de todas las conversaciones que la autora mantuvo con Cecilia y que si llegaba a la conclusión de que en el libro no hay ninguna tergiversación o falsedad, lo publicaría. Valérie Domain, por su parte, iba más allá y demandaba judicialmente a la editorial exigiendo una decisión rápida sobre el asunto o la recuperación de sus derechos.

El abogado de la periodista explicaba en Le Parisien que la editorial First -que según el rotativo ya ha cotejado todas las grabaciones- les había anunciado que esta semana les daría una respuesta. Los letrados de una y otra parte se contradicen sobre cuánto tiempo podría la editorial mantener congelado el manuscrito. Hay quien dice que hasta dentro de un año. La última carta de la periodista ha sido intentar publicarlo en Bélgica, donde todavía conservaría los derechos de edición.

Nicolas Sarkozy, junto a su esposa, Cecilia, en una imagen de marzo pasado.
Nicolas Sarkozy, junto a su esposa, Cecilia, en una imagen de marzo pasado.AFP

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