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Millones de litros de gasolina arden cerca de Londres tras una gran explosión

La policía atribuye a un accidente el estallido de un depósito de carburante en Reino Unido

El estallido de uno de los depósitos de carburante más grandes de Reino Unido provocó a las seis de la madrugada de ayer (una hora más en la España peninsular) una inmensa explosión que pudo escucharse incluso en Francia y Holanda. Millones de litros de gasolina ardieron a lo largo de toda la jornada, y anoche el incendio permanecía vivo en Hemel Hempstead, unos 30 kilómetros al noroeste de Londres. Entre 8 y 10 de los 20 tanques del complejo -con capacidad cada uno para almacenar más de 12 millones de litros de gasolina- se vieron afectados por la explosión inicial y las que siguieron.

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La policía puntualizó que "nada indica que haya sido otra cosa que un accidente", pero también la policía antiterrorista investigaba ayer en el lugar de los hechos. Hubo 43 heridos, ninguno de gravedad.

El depósito de Buncefield, operado por la petrolera Total y propiedad también de Texaco, está estratégicamente situado para abastecer a los aeropuertos de Heathrow y Luton, aunque se cree que los tanques afectados por el fuego fueron los que contenían carburante para automóviles. El temor al desabastecimiento provocó una reacción inicial de cierto pánico en la zona del sureste de Inglaterra, con miles de automovilistas apresurándose a llenar los depósitos de sus vehículos.

La policía y las compañías petroleras pidieron al público que estuviera tranquilo, que el suministro no corría peligro salvo que el acaparamiento innecesario acabara con las existencias en las gasolineras antes de que se reorganizara el transporte.

La primera explosión ocurrió tres minutos después de las seis de la mañana del domingo, lo que seguramente contribuyó a que no hubiera víctimas mortales, a pesar de la poderosa honda expansiva, que dañó la fachada y los vidrios de numerosos edificios industriales y particulares en las cercanías. Dos de los heridos se encontraban aún anoche hospitalizados, aunque su vida no corría peligro. Otras 41 personas fueron atendidas de pequeñas heridas.

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La policía recomendó a los habitantes de las zonas afectadas por la humareda provocada por el combustible ardiendo que se quedaran en sus casas y cerraran puertas y ventanas. Sólo 2.000 personas fueron evacuadas de las viviendas más cercanas. En principio, el humo no es especialmente tóxico, aunque corren peligro las personas que sufren asma y otros problemas respiratorios o quienes lo inhalen directamente. Pero se desconoce qué sustancias tóxicas pueden estar ardiendo y qué problemas de contaminación pueden provocar en la tierra y el agua cuando fragmentos de estas sustancias lleguen al suelo.

El complejo petrolero de Buncefield, muy cerca de la salida 8 de la autopista M1, en Hemel Hempstead, se espera que siga ardiendo al menos hasta hoy, lunes, por la noche. La densísima humareda negra, que ayer por la mañana ya había llegado a Londres, se encaminaba con lentitud hacia el suroeste, impulsada por vientos suaves a baja altitud, y viajaba con más rapidez hacia el sureste, impulsada por vientos más veloces a una altura de 3.000 metros.

El tráfico fue cortado a la altura de Hemel Hempstead en la autopista M1, la gran arteria viaria que une Londres con el norte de Inglaterra, y en otras carreteras y autopistas de la zona. El tráfico aéreo del cercano aeropuerto de Luton, a unos 15 kilómetros al norte del lugar de la explosión, no se vio afectado, aunque muchos pasajeros tuvieron problemas para llegar hasta allí debido al corte de carreteras. Más damnificado resultó el gran aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, porque uno de sus cuatro corredores aéreos de aproximación pasa por encima del lugar de la explosión.

No están previstos cambios en la dirección y velocidad del viento, por lo que se estima que el humo seguirá viajando hacia el sur, el suroeste y sobre todo el sureste de Inglaterra, incluyendo la urbe londinense.

La policía desmintió los rumores de primera hora de la mañana de que la explosión era un atentado provocado con una avioneta. "Nada indica que haya sido otra cosa que un accidente", declaró Frank Whiteley, responsable policial en el condado de Hertford. El jefe de los bomberos, Roy Wilsher, llegó a decir que "probablemente se trata del mayor incidente de este tipo en Europa en tiempos de paz".

Algunos medios de información británicos indicaron que el primer estallido pudo oírse en Holanda, aunque este país está bastante más lejos de los 150 kilómetros a la redonda que se dice que alcanzó el sonido.

Una columna de humo se eleva sobre la localidad de Hemel Hempstead, en el centro de Inglaterra, después de la explosión del depósito de carburante.
Una columna de humo se eleva sobre la localidad de Hemel Hempstead, en el centro de Inglaterra, después de la explosión del depósito de carburante.REUTERS

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