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Los jóvenes consideran el dinero y los bienes materiales como sus mayores preocupaciones

Más de la mitad de los vascos entre 15 y 29 años no sabe en qué trabajará en el futuro

El dinero y los bienes materiales son las principales preocupaciones que manifiestan tener los jóvenes vascos, según concluye un estudio sociológico realizado por el Observatorio Vasco de la Juventud, que ha analizado las opiniones de los chicos y chicas de 15 a 29 años sobre sus expectativas, temores y prioridades ante el futuro. Las mayores dudas sobre su porvenir se centran en el trabajo: más de la mitad (un 52,6%) no sabe cómo encauzará su vida profesional. La percepción sobre la calidad de vida y el ocio nocturno han sido otros de los aspectos estudiados.

Casi el 44% de los encuestados admite haber viajado alguna vez en el coche de un conductor borracho
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El informe, presentado ayer en Bilbao, se basa en los resultados de una encuesta telefónica realizada a 4.200 jóvenes entre marzo y octubre pasados año. Sus resultados constatan que la asociación tópica de la juventud con el idealismo y la utopía no representa la realidad actual. Según estos datos, la preocupación personal más importante para ellos es el dinero y los bienes materiales de que disponen, afirmación que respaldan el 31,5% de los entrevistados. La opinión de su entorno y su integración también ocupa un papel relevante entre sus inquietudes. De hecho, tras la salud física y mental, que figura en segundo lugar, en el tercer y cuarto puesto se sitúan la valoración de los demás sobre su persona (21,9%) y la apariencia personal (21,8%).

El círculo social más cercano copa también las mayores puntuaciones en la valoración de los aspectos que los jóvenes creen importantes. La salud y la familia, con nueve puntos sobre diez, y la amistad y el amor, con una nota muy similar, reciben la mayor consideración. La política, con un 5,05, y la religión, con algo más de un 3, son, por contra, los peor parados.

De forma paralela a su inquietud por asuntos económicos, los jóvenes conceden una relevancia notable a los estudios y el trabajo. Su ubicación en segundo plano se traduce en el alto grado de incertidumbre con el que los jóvenes, según refleja el estudio, afrontan su futuro. Casi la mitad de los encuestados asegura no tener planificado su porvenir y el 52,6% dice no saber con certeza en que trabajará. Este porcentaje disminuye a medida que aumenta la edad del entrevistado, pero, curiosamente, tiene especial relevancia en el caso de los jóvenes ya integrados en el mercado laboral. En este caso, la falta de certezas sobre su porvenir profesional afecta a casi el 52%.

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Sin embargo, duda no es sinónimo de pesimismo. El estudio, elaborado por la empresa Gizaker, dibujan a un joven optimista ante su futuro personal (el 80,2% se define así) que hace partícipe de sus planes para los próximos años sobre todo a su familia (50%) y, en menor medida, a sus amistades (21,5%) y a su pareja (15,9%). Llama la atención el dato de que sólo el 0,6% de los encuestados habla de su futuro con sus profesores. De cualquier modo, uno de cada cuatro comenta poco o nada de este asunto con su entorno más cercano.

El buen ánimo se hace extensible al grado de satisfacción con el que los jóvenes evalúan su calidad de vida. En una escala de cero a diez, la sitúan en un 7,54, es decir, un notable. Dentro de este aspecto, el ocio, y sobre todo el que se vive durante el fin de semana, juega un papel importante. Por ello, los autores del estudio, al que se pretende dar continuidad con otros informes posteriores sobre éste y otros campos relacionados con la juventud, incluyeron en su cuestionario preguntas vinculadas con la diversión, en especial, la nocturna.

Uno de los datos más preocupantes de los obtenidos es que cerca de la mitad de los jóvenes (el 43,6%) admite haber viajado alguna vez en el coche de otra persona que conducía bajo los efectos del alcohol. Los chicos y, en este caso, los residentes en Guipúzcoa son los que en mayor proporción han vivido esta situación.

Con todo, la mitad de los jóvenes utilizan los transportes públicos en sus desplazamientos nocturnos (tanto autobús, como metro y tren), mientras que tres de cada diez usan un vehículo privado, bien el propio o el de otra persona. A este respecto, los chicos y los jóvenes de mayor edad son los que se decantan por éste último.

La mayoría disfruta del ocio nocturno en su municipio de residencia (48,7%) frente a un tercio que sale fuera de él. Entre éstos, el porcentaje asciende en la franja limitada entre los 15 y los 19 años. Vizcaya es la provincia en la que se produce una mayor movilidad nocturna entre localidades.

La importancia del ocio nocturno para la juventud la corrobora el hecho de que el 61,1% de los encuestados asegura que disfruta de esta actividad todos o casi todos los fines de semana, mientras que otro 71,9% indica que ha salido el último fin de semana anterior a la entrevista. Algo más de un 30% asegura hacerlo algún fin de semana mientras un 3% sale todos o casi todos los días. La hora de salida fluctúa entre las 20.00 y las 24.00 y la de llegada entre las 04.00 y las 07.00, cuando regresa a su casa el 53,8% de los sondeados. Uno de cada diez llega aún más tarde.

Ante la pregunta de qué han hecho los jóvenes en el último fin de semana, la ronda por bares, pubs y discotecas figura como la actividad mayoritaria (55,4%), seguida por las cenas en restaurantes (31,2%) y el botellón, que practica uno de cada cinco jóvenes de la comunidad autónoma, aunque su participación disminuye a medida que aumenta la edad. Por territorios, Vizcaya es el que registra el mayor porcentaje.

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