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EL FUTURO DEL ESTADO AUTONÓMICO

Piqué da la crisis por cerrada y dice que acatará la disciplina del partido

El grupo parlamentario del PP en Cataluña, dividido sobre el Estatuto

Tres días después de que estallara la crisis entre el Partido Popular (PP) catalán y la dirección nacional, Josep Piqué apareció ayer ante los medios de comunicación para reiterar lo que la víspera había afirmado el secretario general, Mariano Rajoy, es decir, que no hay ningún tipo de disensiones internas, que acatará la disciplina del partido y que no piensa dimitir de su cargo como líder de los populares en Cataluña.

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La de ayer en el Parlamento catalán fue la primera aparición pública de Piqué. No pudo esquivar a los medios que le esperaban impacientes en los pasillos, pero fue lacónico en sus declaraciones. No se separó ni un milímetro de la tesis oficial expresada por el presidente del PP, Mariano Rajoy, el miércoles en conferencia de prensa. Es decir, que los populares mantendrán una estrategia y un discurso unitario sobre el Estatuto catalán y que continuará la recogida de firmas en contra de este proyecto para que se celebre un referéndum en el conjunto de España.

"Yo haré lo que mi partido vaya decidiendo, como es natural", se limitó a responder cuando le preguntaron por la reciente crisis, que da absolutamente por "cerrada".

¿Se sumará a la recogida de firmas? le interrogaron. "Yo haré lo que decida mi partido y, por lo tanto, eso también", contestó. "¿Piensa dimitir como presidente del PP catalán?", insistieron los periodistas. "Yo he sido elegido en un congreso por compañeros del partido, y, mientras éstos tengan confianza en mí, yo seguiré", añadió. "¿Se siente usted desautorizado?". "Mi presidente", dijo con énfasis, "ya dijo con toda claridad que este asunto está cerrado. Y para mí también está cerrado".

En la noche del miércoles Piqué reunió en una cena a su grupo parlamentario en Cataluña, integrado por 15 personas. Piqué, que se abstuvo de revelar el contenido de su reunión con Rajoy, tuvo que afrontar la división de su grupo, entre los que avalaron su política de giro centrista en Cataluña y quienes le recriminaron que su discurso no tuviera en cuenta a una parte del electorado mucho más combativa y en la línea de las tesis de la dirección nacional.

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Ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, felicitó a Piqué por permanecer al frente del PP catalán si de este modo puede arrastrar a la dirección nacional hacia posiciones más moderadas.

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