_
_
_
_
_

La historia a su arbitrio

LA OBRA maestra desconocida gozó de numerosas ediciones ilustradas. La de Picasso ha sido quizá la más difundida. La realizó en 1927, varios años antes de recibir el encargo de Ambroise Vollard, y encaja perfectamente en un tema que repitió con obstinación a lo largo de su vida: el pintor y la modelo en su estudio.

Alrededor del eje picassiano giran las obras de la sección histórica de esta exposición en Artium, diseñada formal y conceptualmente por Javier González de Durana, quien ha incluido a la manera de un prefacio cuatro esculturas de Rodin sobre la figura de Balzac y unas cajas de luz donde el visitante puede constatar el proceso de escritura, ampliación y rectificación constante del escritor francés en algunos de sus libros más conocidos. Dos retratos de María de Médicis, de François Porbus, y un dibujito de Poussin -los dos pintores que comparten con Frenhofer el protagonismo de la fábula- se suman a los rembrandts, rubens, cézannes y kandinskys, la mayoría grabados.

La segunda parte del recorrido, con obras realizadas a partir de los años cincuenta, reúne un tardío De Kooning, un muy visitado aunque poderosísimo Motherwell, dos impresionantes Polke y Guerrero, y un anecdótico Rothko, a los que se suman arbitrariamente los Scully, Asger Jorn, Esteban Vicente, Saura, Tàpies, Dubuffet, Kiefer o Richter. Nada nuevo, en fin, en el homenaje a un relato que seguirá exigiendo nuevas lecturas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_