El cautivador de inversores
Martín Varsavsky es un cautivador de masas y de inversores. Cuando preparaba el nacimiento de Jazztel en 1998 y compartía tribuna con los presidentes de las grandes operadoras, dejaba boquiabierta a la audiencia con sus promesas de que Jazztel arrebataría el mercado en unos años a Telefónica. La salida a Bolsa de Jazztel en el Nasdaq (la CNMV no permitió su estreno en España hasta un año después), en diciembre de 1999 y en pleno boom tecnologico, resultó un éxito sin precedentes. En pocos días alcanzó los 3.000 millones de euros de capitalización. Al rebufo de ese éxito, los inversores españoles casi suplicaron a Varsavsky que les dejará participar en el proyecto. Banco Sabadell y Dragados fueron los elegidos.
Pero el mercado no debió entender la visión revolucionaria de las telecomunicaciones del empresario hispano-argentino. Prometió beneficios en 2002 y, todavía a día de hoy, Jazztel no ha ganado ni un euro, y nadie sabe muy bien cuando será rentable; tuvo que abandonar el Nasdaq dos años después de su estreno; vendió su división de Internet (Ya.com) -con grandes plusvalías para él y los principales directivos de la compañía- y su filial en Portugal para frenar la sangría financiera y, con la acción bajo mínimos, dejó todos sus cargos en la compañía en noviembre de 2002. Banco Sabadell y Dragados también salieron. Pero la visión futurista de Varsavsky les costó más de 60 millones de euros en pérdidas. Tal vez ahora no estén interesados en Fon.