Un concierto y una manifestación
El cantautor catalán Lluís Llach recuperará mañana en el Buesa Arena de Vitoria Campanades a morts, una de sus composiciones más políticas y también más emotiva: la comenzó a escribir nada más escuchar por la radio las primeras noticias de los sucesos que se habían vivido en la capital alavesa aquel 3 de marzo de 1976. El concierto viene motivado por la grabación de un documental, pero sirve para recordar los trágicos hechos de aquella tarde y para difundir las reivindicaciones de los familiares y amigos de los fallecidos y heridos. Las entradas para el concierto ya están agotadas.
"La composición fue en principio precipitada, tanto que hago referencia al engaño que supuso la difusión de que eran tres los muertos, cuando en realidad habían sido cinco. Con el tiempo, descubrí que, efectivamente, los hechos habían ocurrido así, que dos trabajadores murieron horas más tarde, pero creo que es una buena muestra de la urgencia compositiva y del momento emocional en que se fraguó Campanades a morts".
Llach hacía años que no tenía noticias de cómo se habían resuelto aquellos acontecimientos trágicos. "Que 30 años después nadie haya pedido perdón desde los poderes estatales pone el listón en la calidad ética de la Transición española", comentó durante una rueda de prensa reciente en Vitoria.
El concierto supondrá el colofón de una serie de actos que ha organizado la asociación de familiares y amigos de los cinco trabajadores muertos y más de un centenar de heridos por la Policía durante aquella asamblea obrera. Antes, a las siete de la tarde del viernes, en la explanada de la iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga se celebrará una concentración en recuerdo de los cinco fallecidos. El acto proseguirá con una manifestación hasta la plaza de la Virgen Blanca.
