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El futuro del PP

Aznar aprovecha la convención popular para negar que su diálogo con ETA fuera una negociación

José María Aznar, ex presidente del Gobierno, utilizó ayer su discurso inaugural de la convención del PP para proclamar que su Gobierno "nunca" negoció con ETA. Antes que él, intervinieron el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, con el único discurso crítico con su partido; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el presidente fundador de los populares, Manuel Fraga. Fueron los cuatro discursos de arranque de un cónclave que reúne hasta el domingo a más de 3.000 cargos del PP y 1.000 invitados, y con el que Mariano Rajoy pretende "renovar las ideas" de su partido para intentar ganar las próximas elecciones municipales, autonómicas y generales.

Aznar fue, en todo caso, la estrella de la tarde. Negó que las conversaciones que su Gobierno mantuvo con ETA durante la tregua fueran una negociación: "Nunca hubo negociación. Y menos de carácter político. Lo que hubo fue transparencia, lealtad a la verdad y a España. Por eso no oculté, sino que anuncié, que se tomaría contacto con la banda para que ésta probara la autenticidad de su anuncio de cese de los atentados". Aznar continuó: "En el único encuentro con la dirección de la banda terrorista, ¡el único en las dos legislaturas del PP!, celebrado tras nueve meses de tregua, sólo se fue a una cosa: a comprobar si estaban o no dispuestos a rendirse". Y concluyó: "Como no sólo no estaban dispuestos a rendirse, sino que querían negociar condiciones y contrapartidas políticas, los terroristas volvieron a sus métodos: matar, amenazar, extorsionar".

Manuel Fraga pregunta si "balcanizando España se va a hacer un mejor país", y se responde que, "evidentemente, no"
Esperanza Aguirre mantiene que "el PP se ha crecido ante el acoso y es hoy un partido sin complejos y con reflejos"
Ruiz-Gallardón reivindica un "mensaje moderado que devuelva la tranquilidad" y que huya del "ruido improductivo"
Aznar: "En 1996, yo corté todo tipo de canales de comunicación con el entorno terrorista. Ni tomas de temperatura, ni mediadores, ni recados"
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"En el único encuentro con la dirección de la banda, ¡el único!, sólo se fue a una cosa: comprobar si estaban o no dispuestos a rendirse"
"Con la violencia es fácil acabar. Basta con dar a los terroristas lo que durante 35 años reclamaron con las armas. Pero también se acaba la libertad"
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[De ese único encuentro con ETA al que se refiere Aznar, celebrado en 1999 en Suiza, levantó acta la etarra Belén González Peñalba. Según consta en esa acta, Javier Zarzalejos, uno de los tres enviados por Aznar a aquella cita, aseguró, entre otras cosas: "No venimos a la derrota de ETA". Además, nada más declararse la tregua, el Ejecutivo de Aznar acercó a cárceles cercanas al País Vasco a presos tan sanguinarios como Domingo Troitiño].

Pese a estos datos, Aznar defendió ayer que "los terroristas deben ser vencidos" porque "pueden ser vencidos", y se refirió a las detenciones de los etarras González Peñalba, en octubre de 1999, y de José Xabier Arizkuren Ruiz y de Jon Bienzobas, en marzo y septiembre de ese año.

Acabar con la violencia

El ex presidente mantuvo que el actual Gobierno socialista "nunca habla de derrotar a los terroristas", sino sólo "de que se acabe la violencia", lo que, según él, es fácil. "Con la violencia es fácil acabar. Basta con dar a los terroristas lo que durante 35 años han reclamado con armas en la mano. Así se acaba la violencia. Pero también se acaba la libertad, la democracia y la propia España". La diferencia entre pedir que acabe la violencia y trabajar para la derrota de ETA es, según Aznar, "la diferencia entre el actual Gobierno y el anterior". Subrayó que esa diferencia empezó nada más llegar él al Gobierno: "En 1996, yo corté todo tipo de canales de comunicación con el entorno terrorista. Ni tomas de temperatura, ni mediadores, ni recados".

Su intervención fue jaleada sistemáticamente por los aplausos de los populares, que llegaron a ponerse en pie para aclamar a su presidente de honor cuando éste proclamó: "Nunca bajamos la cabeza. Nunca doblamos la rodilla ni la doblaremos". El PP celebraba el décimo aniversario de su victoria, el 3 de marzo de 1996. Aznar no se refirió a aquella victoria, pero sí a la derrota de 2004: "Os felicito porque supimos perder". Y pronosticó un pronto triunfo que llevará a Mariano Rajoy a La Moncloa.

Concluyó su capítulo de felicitaciones con una crítica al Gobierno socialista: "Cada vez somos más los que estamos dispuestos a salir a la calle a decir que España y la Constitución son sinónimos de libertad". Continuó su censura al asegurar que "no quedará nada del Estado si se aprueba el proyecto de Estatuto de Cataluña" y reiteró que existe el riesgo de que España se convierta "en un país fragmentado, ingobernable o, a medio plazo, balcanizado".

Antes que él, Manuel Fraga también habló de la "balcanización" de España. "¿Es posible que balcanizando España se vaya a hacer un país mejor?", se preguntó. Y se contestó: "Evidentemente, no", para exclamar: "¡Es que vamos a asistir impasibles a la destrucción de España!". El discurso de Fraga incluyó un aparente lapsus. En una alambicada frase sobre el 23-F, pareció que calificaba a los golpistas como "personas sin duda llenas de buena voluntad".

Precedieron a Fraga, Ruiz-Gallardón y Aguirre. El alcalde pronunció el único discurso autocrítico y, quizá por eso, fue el menos aplaudido. En él, Gallardón pidió "huir del ruido improductivo" y defendió la "moderación", porque ése es "el lenguaje natural de la sociedad española". El alcalde defendió que el PP "sabe escuchar y convocar a los ciudadanos". Mantuvo que esa moderación "permitirá abrir todas las esperanzas para un cambio" que lleve a Rajoy a La Moncloa. Y dio un motivo: "No podemos responder a los excesos de la izquierda desde una simétrica desproporción de la derecha". En el discurso de Gallardón no hubo ninguna referencia explícita ni al PSOE ni al presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Todo lo contrario de lo que hizo Esperanza Aguirre. Utilizó todo su discurso para atacar al PSOE. Arrancó diciendo que "desde que llegó al Gobierno, el PSOE lo único que ha hecho es destruir". Recordó el Pacto del Tinell y acusó a los socialistas de "haber firmado ese pacto para aislar al PP". Según ella, sin éxito: "El PP se ha crecido ante el acoso y hoy somos un partido sin complejos y con reflejos".

José María Aznar, Ana Botella y Alberto Ruiz-Gallardón, en la inauguración de la convención del PP.
José María Aznar, Ana Botella y Alberto Ruiz-Gallardón, en la inauguración de la convención del PP.ULY MARTÍN

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