¿Habrá tregua Zapatero-Rajoy?

En vísperas del trascendental encuentro entre Zapatero y Rajoy, y adelantándose a los partidos, las asociaciones de víctimas suscribieron ayer un comunicado en el que manifiestan que, si bien el alto el fuego anunciado por ETA no es el fin del terrorismo, sí puede ser "el punto inicial de un proceso que conduzca" a ese objetivo. Las víctimas consideran que ese final dependerá del "acierto" de la política del Gobierno y requerirá el acuerdo de los partidos firmantes del Pacto por las Libertades, PP y PSOE, para hacer frente "con unidad" a la nueva situación.

Se trata de una especie de voto de confianza al Gobierno, al que se reconoce el derecho a definir la estrategia adecuada. Esa actitud contrasta con la abierta desconfianza expresada en recientes y multitudinarias movilizaciones. Revela que, pese a sus limitaciones, el compromiso de ETA no es minusvalorado por casi nadie. Tampoco por la oposición, pese al tono reticente de la primera declaración de Rajoy y a la exigencia de explicaciones por los contactos previos al comunicado de ETA que se han desvelado estos días. El PP tiene derecho a esas explicaciones, tras los desmentidos anteriores, y es de esperar que Rajoy las acepte sin intentar abrir un conflicto retrospectivo.

Del conjunto de reacciones de grupos de víctimas, portavoces del PP y medios de comunicación afines parece deducirse que, más que rechazo a una salida dialogada en los términos de la resolución del Congreso, lo que había era desconfianza en que ETA fuera realmente capaz de anunciar un cese permanente de la violencia. La situación ha cambiado y el PP se adapta a ella. "Estamos haciendo un esfuerzo por no poner en primer plano las diferencias que nos han separado durante dos años" y por resaltar "nuestra voluntad de colaboración en este momento".

Puede considerarse la respuesta a la mano tendida de Zapatero en la sesión parlamentaria del miércoles. El presidente hizo ese día lo que le pedían sectores de su partido y asociaciones cívicas: reconocer la aportación del PP para la derrota de ETA, expresar su confianza en Rajoy y su intención de compartir la información, y asumir que la unidad de ambos partidos es necesaria para que el proceso conduzca al fin de ETA.

Este nuevo clima es el deseado por la mayoría de los españoles, según el sondeo que publicamos hoy. Así, aunque hay un equilibrio entre quienes ven la situación con esperanza y los que se muestran escépticos, casi tres cuartas partes de los consultados valoran positivamente la actitud del Gobierno tras el anuncio del alto el fuego, y dos de cada tres piensan que el PP debe colaborar con el Gobierno sin condiciones (y otro 25% que debe hacerlo con condiciones).