_
_
_
_
_
Cambios en la Generalitat

El nuevo titular de Sanidad se pone al frente de un equipo que se muestra incondicional con el ex consejero

El traspaso de poderes en la Consejería de Sanidad se convirtió ayer en un reconocimiento público de la labor llevada a cabo por el consejero saliente, Vicente Rambla, y un compromiso del entrante, Rafael Blasco, de seguir los pasos de su antecesor. Blasco aludió a la "obligación moral" de continuar la línea emprendida por el hasta el lunes responsable de la sanidad pública valenciana.

Blasco indicó que accede a un departamento donde "lo fundamental está en marcha" e indicó que su prioridad será "no desviarse de las líneas y de los trazos" que Rambla "puso en funcionamiento". El nuevo consejero agradeció a Rambla el esfuerzo realizado y el nivel "tan alto" en el que deja la consejería y afirmó que "pasará a la historia como el consejero que ha conseguido que un ámbito tan importante como el de la salud tenga el nivel de excelencia, de diálogo social y de consenso" que ha logrado.

Más información
González Pons asume que Blasco le deja poco margen y anuncia un urbanismo de continuidad

El nuevo consejero indicó que el trabajo le resultará "fácil" si continúa la labor desarrollada por Rambla en los últimos meses y, para ello, dijo, pondrá su "máxima voluntad" e "interés" y mostró su disposición a colaborar con él y a trabajar "conjuntamente". Asimismo, agradeció a Camps la confianza que, de nuevo, ha depositado en él y por destinarle a un área "que ya está en marcha". "Por encima de otras consideraciones, está la complicidad y el compromiso por un proyecto", dijo.

Blasco expuso sus intenciones precedido de un intenso aplauso que despidió la intervención de su antecesor y que Rambla aguantó con la emoción contenida de una persona no especialmente dada a mostrar sus sentimientos. El vestíbulo de la consejería se llenó de trabajadores y altos cargos que acudieron a presenciar el paso del testigo en un ambiente de reconocimiento de la labor realizada por Rambla en el que incluso se pudo presenciar lágrimas de ex colaboradoras del actual consejero Portavoz. El sentimiento generalizado era que Rambla había armado un equipo directivo a su medida, dando estabilidad a un departamento inclinado a los escándalos y encarrilado la gestión. Un día después del anuncio, buena parte de sus antiguos compañeros no acababa de metabolizar el súbito cambio anunciado el lunes y asistía con prevención al desembarco del nuevo consejero.

Rambla mostró su agradecimiento a los 50.000 trabajadores de la sanidad pública y comentó que cuando accedió a Sanidad no pensó en dejar la consejería con la "tristeza" con la que lo hizo. "Queda mucho por hacer", indicó, y se refirió a Blasco como "una de las personas más brillantes con las que me he encontrado". Al acto del relevo asistió el vicepresidente del Consell, Víctor Campos. "He venido por expreso deseo del presidente de la Generalitat para mostrar el reconocimiento público a la labor realizada por el ex consejero" que calificó de "magnífica y eficaz".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_