_
_
_
_
_
Entrevista:MUHAMMAD YUNUS | Economista impulsor de los microcréditos

"Las mujeres gestionan mejor los préstamos"

Muhammad Yunus (Bangladesh, 1940), conocido en todo el mundo como el banquero de los pobres, es la persona que ideó los microcréditos. Yunus fundó en 1976 el Banco Grameen (banco rural) con el objetivo de ayudar a los más desfavorecidos a través de pequeños préstamos. Bajo esta fórmula, se presta el dinero a mujeres que forman parte de un grupo y que actúan como avalistas, no con dinero, sino aportando credibilidad y confianza. La idea es crear un compromiso de forma que todo el grupo, de cinco o más mujeres, se implique y se responsabilice del proyecto. Ayer recibió el título de doctor honoris causa por tres universidades valencianas.

Pregunta. ¿Cómo se define usted; banquero, activista social?

"No se puede aceptar que haya gente que no tenga acceso a servicios financieros"
Más información
El banquero de los pobres

Respuesta. No es algo que me preocupe. Vi que había un problema, traté de resolverlo, lo hice y funciona. Mucha gente no tiene acceso a servicios financieros normalizados y esto es algo que no debemos aceptar. Es un vacío tan importante que se debería atacar de forma global. Nuestro trabajo es un paso en esta dirección que demuestra que puede hacerse.

P. Emplea ingredientes netamente capitalistas (préstamos, intereses...) como agentes de reforma social. ¿No hay algo contradictorio en esta fórmula?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

R. Me acerco a los problemas en el sistema en el que estoy inmerso, que es el capitalismo. Yo no soy un gobierno ni puedo esperar que un gobierno me escuche y me haga caso. Soy un ciudadano y como tal hice lo que creía que debía y podía hacer. La fórmula no se limita al sistema capitalista, también funciona en Nepal, China, en Vietnam, USA, España, Rusia...

P. ¿Cuál es la cantidad media prestada y a qué interés?

R. En los países más pobres, son 100 dólares en un año. El interés en Bangladesh es de un máximo del 20% sobre el saldo insoluto (10% real). En África, Latinoamérica, puede ser mayor. Se trata de que no esté más allá de un 10% del precio de mercado. Tenemos más gastos que los bancos ordinarios, acudimos a las casas de nuestros clientes a cerrar los acuerdos, se trata de un proceso muy personal, por lo que se necesita más gente.

P. ¿Por qué la mayoría de sus clientes son mujeres?

R. Cuando empecé quería corregir los errores que cometen los bancos, que sólo prestan dinero a hombres. Al principio me fijé una cuota del 50% para las mujeres y vimos que éstas aportaban mayores beneficios a sus familias que los hombres y aprovechaban mejor el dinero. Ahora estamos en un 97% de mujeres. Gestionan mucho mejor los préstamos y sus hijos se convierten en beneficiarios inmediatos de sus esfuerzos, de ahí que se haya convertido en una práctica universal en el negocio del microcrédito.

P. ¿Qué ha aprendido en estos 30 años combatiendo la pobreza?

R. Los pobres son tan capaces, creativos, tenaces y tienen el mismo ímpetu que el resto de nosotros en mejorar sus vidas. No se trata de gente diferente, frágil, a la que tenga que cuidarse. Incluso entre los más pobres se trata de personas que esperan una oportunidad para cambiar su vida. Son víctimas a quien hay que poner en un plano de igualdad respecto al resto de la sociedad.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_