_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Fin de un anacronismo

La aristocracia del canódromo de la Meridiana pierde su palacio. Llamo aristócratas a los clientes del canódromo porque cada tarde, cuando el común de los mortales seguía en la oficina o emprendía el rumbo al hogar, ellos, jubilados y desocupados, disfrutaban de un palacio sin par en Barcelona: el edificio proyectado por los arquitectos Antonio Bonet y J. Puig Torné, tan elegante y bien proporcionado que sentarse a la sombra de su marquesina, de cara a la pista, era someterse a influjos positivos. Lo edificaron en 1962 con el cálculo de que seguiría allí 15 años, pero, amparado en un olvido municipal o en un bucle del tiempo, siguió celebrando carreras. En Barcelona llegó a haber tres establecimientos de esta clase: en la Diagonal estaba el más encopetado -siempre dentro del carácter de entretenimiento proletario que tienen las carreras de galgos, suprimidas ya en toda Europa salvo en dos o tres países-; el de la plaza de Espanya, lugar bronco, sombrío, macho, donde no se veía una mujer ni por casualidad, y por fin el de la Meridiana, con cierto aire familiar, gracias a las señoras que en las mesas del espacioso café hacían calceta y vigilaban discretamente las alternancias de pérdidas y ganancias de sus principescos maridos.

Más información
El Ayuntamiento negocia la compra del canódromo Meridiana para uso deportivo
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_