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La policía rastreará de nuevo la zona donde sospecha que está sepultada la pieza

"Nosotros no nos rendimos. Seguimos buscando el conjunto escultórico de Richard Serra", manifestó ayer un mando del Cuerpo Nacional de Policía tras saber que el artista y el Museo Reina Sofía han llegado a un acuerdo para reponer la obra desaparecida hace 10 años.

En busca de la escultura de acero, la Brigada de Delitos contra el Patrimonio Histórico excavó hace un mes en el jardín de los Archivos Generales del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en Arganda (Madrid). Este complejo oficial ocupa desde hace tres años el solar en el que hasta entonces habían estado los almacenes de la empresa Macarrón, donde la escultura estaba en depósito.

Los agentes, que previamente habían rastreado con detectores de metales, habían llegado a la sospecha de que Equal-Parallel / Guernica-Bengasi estaba sepultada en ese paraje. Tras horadar la zona donde los aparatos detectores habían indicado la existencia de metal, los policías descubrieron parte del forjado de una vieja torre eléctrica de alta tensión. Ni rastro de las 38 toneladas de acero del conjunto de Richard Serra.

Detectores más sensibles

Pero la policía sigue convencida de que el grupo escultórico -cuatro enormes y pesados paralelepípedos- no ha ido demasiado lejos del lugar donde estuvo a la intemperie durante varios años: en el descampado que rodeaba las naves de la empresa Macarrón. Según fuentes próximas a la investigación, los agentes encargados del caso volverán a rastrear en el solar de Arganda donde ya lo hicieron hace un mes, aunque en esta próxima ocasión lo harán utilizando detectores de metales más sofisticados.

Fuentes policiales siguen hoy convencidas de que la escultura no ha sido refundida ni desguazada. Trocear cuatro bloques metálicos de 24 centímetros de espesor sólo es factible mediante oxicorte (con un soplete de oxiacetileno). "Como se dice vulgarmente, valdría más el collar que el galgo", sostiene un mando policial. En efecto, el beneficio a obtener por las 38 toneladas de acero no superaría los 19.000 euros, teniendo en cuenta que el kilo se paga a unos 50 céntimos.

Mover el colosal grupo escultórico de Richard Serra conlleva el empleo de varias grúas, según recuerdan algunos de los antiguos empleados de Macarrón. Por eso, los encargados del caso han investigado entre las empresas transportistas especializadas en el traslado de este tipo de piezas artísticas. El objetivo es ver si alguna de ellas había sido contratada para trasladar la obra desaparecida desde Arganda hasta otro lugar. ¿Resultado? Ninguna de estas firmas movió la obra. El misterio continúa.

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