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La lucha contra los incendios forestales

La Xunta confirma que en 12 días se ha quemado tanto bosque como en todo 2005

Touriño considera la crisis superada tras sofocarse anoche el último incendio que estaba activo

Xosé Hermida

La Xunta ha confirmado que la devastadora oleada de fuego de los últimos 12 días ha calcinado una superficie equivalente a todo lo que se quemó en Galicia durante el año pasado, que ya había sido el peor de los últimos 15. Los técnicos de la Consejería de Medio Rural concluían ayer la evaluación definitiva que se hará pública hoy y que, según anticiparon fuentes del Gobierno, será de alrededor de unas 65.000 hectáreas quemadas en lo que va de agosto, especialmente desde el día 4. En todo 2005, según los datos del Ministerio de Medio Ambiente, un total de 67.280 hectáreas ardieron en Galicia.

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El cielo volvió a oscurecerse ayer en Galicia, pero esta vez fue por las nubes, no por la humareda de los incendios. Por primera vez desde que se desató la gran oleada, el pasado 4 de agosto, la jornada terminó sin ningún fuego activo, después de que los equipos de extinción sofocasen 82 durante todo el día. Con los partes meteorológicos que anuncian lluvia desde hoy hasta el domingo, el presidente de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, se apresuró a dar la crisis de fuego por "superada".

El dispositivo contraincendios, sin embargo, se va a mantener intacto, incluidos los 2.000 soldados desplegados en la comunidad. Para la próxima semana se prevé que regrese el anticiclón y el temor del Ejecutivo gallego es que el fuego rebrote en las provincias del interior, Lugo y Ourense, las menos afectadas en los últimos días y donde los incendios suelen avivarse a finales de agosto.

La Xunta difundirá hoy las cifras de la catástrofe de las dos últimas semanas, muy inferiores a las 175.000 hectáreas que apuntó el PP, a través de estimaciones de una empresa de cartografía que se ha basado en fotos de satélites de la NASA. Pero, aún así, se trata de una devastación de una magnitud inusual: en la provincia de Pontevedra han ardido unas 35.000 hectáreas; en A Coruña, 22.000; en Ourense, 6.000, y en Lugo 2.000, según la evaluación provisional anticipada por fuentes de la Xunta.

El presidente, en el monte

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A los 11 días de que se desatara la avalancha de fuego, Pérez Touriño abandonó su despacho y las reuniones del gabinete de crisis para acudir al monte calcinado, en Rianxo (A Coruña). Allí, el presidente y el consejero de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, coincidieron en su análisis: la crisis "está superada" y es hora de afrontar la recuperación del territorio calcinado.

El optimismo parecía fundado esta vez, ya que la situación contrastaba con la de hace una semana, cuando el propio Touriño aseguró que todo estaba "bajo control" mientras los montes de Galicia ardían de norte a sur. Durante la oleada de incendios se tuvieron que proteger "más de 500 pueblos y más de 1.000 casas aisladas", explicó Suárez Canal.

El presidente gallego aseguró que, tras cuantificar los daños, pondrá en marcha un programa de trabajo para recuperar los montes. Touriño anunció además que el viernes se reunirá con los alcaldes de los municipios más afectados. "Ponemos fin al desafío institucional y empezamos un nuevo periodo", dijo Touriño desde Rianxo, adonde se desplazó tras un paseo en helicóptero en el que comprobó la devastación sufrida en las provincias de Pontevedra y Ourense.

La elección de Rianxo para hacer su primera visita a los damnificados no fue gratuita: las llamas han devorado más del 90% de la masa forestal de este municipio. A bordo de un Nissan Pathfinder (algo así como "el que encuentra el camino"), el presidente gallego dio con la parroquia de Ourille, donde el fuego casi rozó las casas y algunos vecinos tuvieron que ser desalojados. Llegó bien equipado: camisa azul tejana, pantalones amplios y un calzado a medio camino entre el zapato y la deportiva.

Aunque lo cierto es que el jefe del Ejecutivo no caminó sobre la tierra calcinada: lo más que hizo fue andar 50 metros por un camino asfaltado junto a una arboleda de eucaliptos destruida. Alternando los brazos cruzados con las manos en los bolsillos, escuchó a los lugareños con rostro grave. Touriño inquirió sobre los detalles del fuego y sus causas.

Los vecinos le contestaron. A veces, con una contundencia aplastante: "A esas alimañas hay que atarlas a un pino y prenderles fuego", le espetó un vecino en alusión a los incendiarios. El presidente de la Xunta hizo un leve movimiento de cabeza, como de quien comprende la reacción pero reprueba la idea. De Rianxo, Touriño se llevó además un amplio listado de peticiones: los presidentes de las comunidades de montes quieren más vigilancia, más recursos y un bosque mejor cuidado.

Por otra parte, los dos partidos del Gobierno gallego, socialistas y nacionalistas, acordaron ayer crear una "comisión de trabajo" en el Parlamento para analizar la oleada de incendios, informa Xosé Manuel Pereiro. PSdeG y BNG, sin embargo, rechazaron que se le dé el rango de comisión de investigación para depurar posibles responsabilidades políticas, como anunció el PP que solicitará en los próximos días.

El PP consideró ayer mismo "un error" el dar por finalizada la crisis e insistió en reclamar la comisión de investigación para "analizar las causas", evaluar daños y "exigir" responsabilidades políticas. Para los populares, los gobiernos autónomo y central han actuado "con lentitud" y "sin dejarse aconsejar por la comunidad científica".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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