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Una solicitud rechazada siempre por razones técnicas

El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, fue el pasado mes de septiembre quien respondió directamente por última vez a la vieja reclamación de trasladar el Guernica al País Vasco. La negativa volvió a basarse en unos argumentos tan antiguos como la misma petición, realizada esta vez por el senador del PNV Joseba Zubia: "Razones técnicas" lo impiden. "No ha habido ni habrá nunca aspectos de otra naturaleza, ni emocional ni política, para no ceder el cuadro", añadió el presidente.

El propio Zapatero recordó entonces que la demanda de exponer el cuadro en Euskadi comenzó ya en 1981, tan pronto como llegó a España desde el MoMA de Nueva York.

Lo más que han conseguido las instituciones vascas en los 25 años que el Guernica lleva ya en España es la oferta de la cesión temporal de los bocetos realizados por el pintor malagueño antes y después de realizar el cuadro, que también se hallan depositados en el Museo Reina Sofía de Madrid. El patronato de esta pinacoteca acordó el pasado mes de junio acceder a la petición de prestar los bocetos, solicitados por el Ayuntamiento de Gernika, pero denegó la solicitud del Gobierno vasco para que el cuadro se expusiese en el Guggenheim en 2007, cuando se conmemorará el 70º aniversario del bombardeo que lo inspiró.

Dos meses antes de la reunión del patronato, el Senado aprobó una iniciativa similar, presentada por el PNV, con el apoyo del PP, que cuando dirigía el Gobierno central rechazaba que el emblemático cuadro se moviese de su ubicación en el Reina Sofía.

El lema "Guernica, Gernikara ("El Guernica, a Gernika") nunca se olvidó del todo, pero los deseos de las instituciones vascas arreciaron con más fuerza que nunca cuando el proyecto del Guggenheim comenzaba a cuajar. El Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya querían que el lienzo estuviese presente, al menos, en la exposición inaugural. El museo tenía prevista hasta la sala idónea para colgarlo. No lo consiguieron, pese a que se llegaron a estudiar medios de transporte especiales para que el traslado por carretera no supusiera riesgo alguno para la pintura.

Un año antes de la inauguración del museo, el comité ejecutivo del Guggenheim Bilbao dio carácter oficial a la petición de préstamo. Fue el primer acuerdo del máximo órgano directivo del museo, integrado por las instituciones vascas y la Fundación Guggenheim, tomado en su primera reunión y "con caracter prioritario". Sabían que sus posibilidades eran escasas y acertaron. La negativa siempre se basó en razones técnicas.

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