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Reportaje:Sombras de fraude en el empleo público

"El examen se nos fue de las manos"

El hijo de un dirigente de UGT, la esposa de otro y la cuñada de un tercero, hoy diputado, lograron las mejores notas en una oposición

Oriol Güell

Las oposiciones a administrativos de la Comunidad de Madrid en 2002 -4.275 aspirantes para 56 plazas- causaron un gran revuelo en la sede de la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT tras conocerse que nueve de los 10 primeros eran miembros del sindicato o familiares. "Aquel examen se nos fue de las manos y quedó en evidencia que lo habíamos filtrado. Además, hubo mucho cabreo entre los afiliados que vieron lo que hicieron los dirigentes", dice un afiliado.

El opositor que obtuvo mejor nota, según los resultados publicados en el BOCM, fue Mario Esteban Segura, hijo de Macario Esteban, secretario de finanzas de la FSP. Mario Esteban es hoy presidente del Consejo de la Juventud de España. Los números 2, 3 y 4 en la lista son tres abogados que tras las oposiciones pasaron a ser liberados (trabajan para el sindicato, pero la Comunidad de Madrid paga sus nóminas).

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La número cinco es Marta Silva Regos, hermana de la compañera sentimental de Manuel Sánchez Cifuentes, secretario general de la FSP en 2002 y hoy diputado regional del PSOE. Del puesto seis al ocho quedaron tres trabajadoras del sindicato sin relevancia pública. El número 10 es Esther Martín Sánchez, pareja del secretario del Sector Autonómico de UGT Javier Sanz.

Pese al dominio avasallador de UGT en esta oposición, también hubo hueco, en los puestos 9 y 11, para dos personas cercanas a CSIT. En el número 9 quedó colocado Santiago Pérez Fernández, que fue coordinador de formación del sindicato. El número 11 es Fausto González Criado, pareja de la hermana de otra dirigente de CSIT.

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"Esta oposición es un ejemplo del sospechoso reparto de puestos de trabajo públicos entre UGT y CSIT", afirma Gabriel España, ex dirigente del sindicato. Otro afiliado explica que "lo que se pretendía era liberar a los tres abogados que quedaron entre los puestos dos y cuatro". "Lo que pasó es que algunos dirigentes se aprovecharon", añade.

Una afiliada envió su queja por lo ocurrido a una página web de opositores a la dirección de UGT en Madrid. En ella se queja: "Pedí el examen pero no me lo dieron porque decían que sólo era para meter en la Comunidad a algunas personas, liberarlas y ahorrar dinero a la UGT. Cuando salieron las listas, mi cabreo fue enorme". Esta oposición fue denunciada por España ante los órganos internos, que según Fernando Sánchez, secretario de Sanidad, "no demostraron nada". "Además, nosotros no estamos para investigar a nuestros afiliados si la Comunidad y la justicia no han demostrado nada".

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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