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El Ejército de EE UU busca a cinco agentes de seguridad secuestrados en Irak

Cuatro estadounidenses y un austriaco escoltaban un convoy de 43 camiones desde Kuwait

Las fuerzas militares estadounidenses y británicas en Irak buscaban ayer en el sur del país a cinco agentes de seguridad, cuatro norteamericanos y un austriaco. La televisión oficial iraquí informaba de que dos de ellos habían sido liberados, y fuentes policiales indicaron que el agente austriaco fue hallado muerto, aunque otras fuentes dijeron que se trataba de uno de los estadounidenses. Anoche nada de esto había sido confirmado. Los cinco fueron secuestrados cuando el convoy de 43 vehículos pesados que custodiaban fue asaltado en un puesto de control por hombres vestidos de policías.

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Los hombres armados vestidos de policía secuestraron a un total de 14 personas, 19 camiones y un vehículo de seguridad, según un portavoz de la Embajada de EE UU en Bagdad. Nueve de los secuestrados, todos conductores y de nacionalidad paquistaní, india y filipina, fueron liberados informó la Luna Roja.

Residentes en la zona donde se produjo el secuestro, cerca de Safwan, ciudad al sur de Basora próxima a la frontera entre Irak y Kuwait -el convoy se dirigía a Nasiriya-, dijeron que habían oído disparos mientras helicópteros militares sobrevolaban la zona. No está claro dónde se estaban produciendo los combates ni qué fuerzas intervenían en los mismos.

La región del secuestro está controlada por las milicias chiíes radicales, hostiles a las fuerzas de la coalición dirigida por Estados Unidos en Irak.

Fuentes del Gobierno provincial indicaron que dos de los secuestrados fueron llevados al hospital local, uno de ellos muerto y el otro gravemente herido, aunque las informaciones eran muy confusas. Un agente de policía no identificado llegó a decir que el muerto era el agente austriaco y el herido uno de los estadounidenses. Sin embargo, un portavoz de la empresa de seguridad de los secuestrados -Crescent Security Group, con base en Kuwait- confirmó que los cinco aún seguían desaparecidos.

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El convoy estaba formado por 43 camiones pesados y otros seis vehículos más de seguridad y entró en Irak procedente de Kuwait cuando fue detenido en el supuesto control policial. La carretera utilizada por el convoy discurre a través de tierras de cultivo de tomates, y el lugar del asalto está situado a pocos kilómetros de una zona llamada Um Inech, notoria por el bandidaje. Los camiones que utilizan esa vía a veces tienen que pagar sobornos a bandas organizadas para poder continuar viaje.

La policía iraquí informó también de que se produjo un enfrentamiento con agentes de seguridad de la citada compañía de seguridad cuando éstos entraron sin visado en Irak desde Kuwait para acudir al lugar del secuestro. En el intercambio de disparos murió un agente de seguridad británico y otro colega occidental resultó herido. También murieron dos mujeres y dos policías iraquíes.

El hecho de que los secuestradores vistieran uniformes de la policía incrementa la preocupación sobre la capacidad y fiabilidad de las fuerzas de seguridad iraquíes para afrontar la situación que vive el país, precisamente cuando la Administración del presidente George W. Bush y sus jefes militares están bajo la lupa de los demócratas, que controlan el Congreso tras las elecciones parlamentarias del pasado día 7 de noviembre.

La esperanza del Gobierno de EE UU para conseguir un éxito en esta guerra, y consecuentemente una retirada significativa de tropas, se basa en que las fuerzas iraquíes carguen sobre sus espaldas el peso de la seguridad de su país.

Sin embargo, hay amplia evidencia de que las filas de la policía iraquí y, en menor medida, del Ejército están llenas de insurgentes y criminales con profundas lealtades sectarias.

Control de las milicias

Las milicias chiíes tienen actualmente un control sin trabas de elementos cruciales de la policía iraquí en Basora y en muchas partes del sur de Irak. Los británicos han intentado investigar algunas unidades sospechosas de asesinatos y secuestros. El mes pasado, por ejemplo, en la ciudad de Zubair, al este de Basora, hombres con uniforme de policía secuestraron a 17 iraquíes que viajaban en un autobús y los asesinaron. La mayor parte trabajaban de traductores o instructores en la academia de policía de Basora.

La autopista 8 -usada por el convoy emboscado y del que secuestraron a cinco agentes de seguridad, cuatro estadounidenses y uno austriaco- es una de las principales rutas de Nasiriya a Kuwait. Es más pequeña que otras rutas, pero los convoyes extranjeros la prefieren porque no pasa por Basora.

Los militares estadounidenses aún buscan a uno de sus soldados secuestrado el mes pasado, cuando salió de la zona de seguridad de Bagdad para visitar a su esposa iraquí. Las fuerzas de EE UU acordonaron Sadr City, baluarte de las milicias chiíes del clérigo Múktada al Sader en un intento de localizarle, pero tuvieron que abandonar la operación por orden del primer ministro Al Maliki, un chií que recibe apoyo político de Múktada.

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