_
_
_
_
_
Violencia en Irak

EE UU busca una solución de urgencia

Bush se entrevistará con el primer ministro iraquí en Jordania, y Cheney viaja a Arabia Saudí

El presidente George W. Bush pasó ayer el día de Acción de Gracias en la residencia de Camp David, donde le llegó la noticia de las últimas y cruentas explosiones en Bagdad, recuperándose de la gira por Asia y preparando su viaje a Riga (Letonia), el lunes, para asistir a la cumbre de la OTAN, y su posterior reunión con el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, el miércoles y jueves en Jordania. Los dos verán además al rey Abdulá. Las citas y el movimiento diplomático llegan tras una derrota republicana en las elecciones legislativas de principio de mes que recorta la capacidad presidencial y coinciden con el recrudecimiento de la violencia en Irak.

En el mismo intento de enderezar la difícil situación, el vicepresidente, Dick Cheney, vuela hoy a Arabia Saudí para abordar con el Gobierno de Riad la situación en Irak y la anunciada cumbre entre Siria e Irán. Los saudíes tienen capacidad de influencia sobre la minoría suní, y la reconciliación entre suníes y chiíes -las explosiones de ayer forman parte de la dinámica de acción y reacción que desgarra Irak- es una condición indispensable para la estabilidad del país. Ya antes de los atentados de ayer, octubre era el mes con mayor número de víctimas civiles iraquíes, 3.709, según la ONU. De paso, Cheney, un hombre con estrechos contactos con los saudíes, tratará de que hagan realidad de una vez su promesa de ayudar con 1.000 millones de dólares a la reconstrucción de Irak.

El vicepresidente vuela hoy a Riad. Los saudíes tienen influencia sobre la minoría suní de Irak
Más información
Al menos 25 muertos en un ataque contra la comunidad suní de Bagdad
Los grupos insurgentes armados

Tanto esta visita como el encuentro de Bush y Al Maliki se produce en plena revisión de la estrategia de Estados Unidos sobre Irak, que incluye tanto la estrategia global como la implicación de países vecinos -Siria e Irán- en el proceso. El presidente Bush, que destituyó al secretario de Defensa, Donad Rumsfeld, al día siguiente de la derrota en las legislativas, dio la orden de revisión de análisis a todas las agencias de seguridad y política exterior, y el Pentágono analiza la situación con el mismo objetivo desde el 25 de septiembre.

En las próximas semanas se esperan además las recomendaciones del Grupo de Estudios de Irak, dirigido por el ex secretario de Estado, James Baker. Bush y Al Maliki revisarán, según la Casa Blanca, "los progresos hechos en la transferencia de responsabilidades de seguridad y el papel de la región".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

En otras palabras, los dos líderes hablarán de los planes del Gobierno iraquí para organizar la policía y el Ejército y poner fin a la violencia entre los grupos étnicos, del eventual papel que Damasco y Teherán tendrían en la crisis y del despliegue de las tropas norteamericanas.

Bush llamó ayer por teléfono a diez soldados -dos por cada cuerpo: Ejército, Marina, Aire, Marines y Guardacostas, y algunos desplegados en Irak y Afganistán- para desearles un feliz día de Acción de Gracias.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_