"Me importa poco la polémica"
Cannavaro, tras recibir un discutido Balón de Oro, rechaza las críticas y asegura que no esperaba conquistar el trofeo
El pasado 9 de julio, en Berlín, Fabio Cannavaro, el capitán de Italia, ataviado con su perenne sonrisa, levantaba la copa de oro que acreditaba a su selección como la campeona del mundo. Ayer, en París, vestido con un traje oscuro en el que no faltaba un guiño publicitario y sin soltar su inacabable sonrisa, el actual defensa del Madrid abrazaba el Balón de Oro que le acredita como el mejor futbolista del planeta en 2006. Esa, al menos, es la opinión de la mayoría de los periodistas consultados por la revista France Football, organizadora del evento, que han decidido que Cannavaro sea el tercer defensa que recibe el premio, tras el alemán Franz Beckenbauer, vencedor por partida doble (1972 y 1974) y su compatriota Mathias Sammer (1996). Pero la propia revista francesa considera que es la primera ocasión en que se premia a un defensa-defensa, pues opina que en el caso de Beckenbauer y Sammer se trataba de centrocampistas reconvertidos.
El vencedor logró 173 votos, muy lejos de los 225 que coronaron hace un año a Ronaldinho
El madridista se convierte en el tercer defensa que gana el premio, tras Beckenbauer y Sammer
El triunfo de Italia en el Mundial ha sido determinante para que Cannavaro conquistara un trofeo habitualmente vetado a los defensas. También le ha ayudado, sin duda, ser el futbolista más reconocible, junto al portero Buffon -segundo en la votación, por delante del francés Henry-, de la Italia campeona, un equipo en el que su máximo goleador en el Mundial fue el célebre Materazzi, defensa para más señas.
Cannavaro cerró ayer su particular año de gloria, sólo oscurecido por el tramposo título conseguido por su anterior equipo, la Juve, en el campeonato italiano, que le fue requisado en beneficio del Inter. Pero su elección por parte del jurado no ha sido bien recibida en diversos foros, hasta el punto de que se ha bromeado en algunos medios asegurando que se trataba del Balón de Plomo. Cannavaro declaró ayer que esas críticas le resbalan: "Lo he ganado dentro del conjunto de una carrera y, sobre todo, por lo ocurrido esta temporada. Para mí, las polémicas importan poco".
Cannavaro logró el Balón de Oro con los 173 votos que recaudó entre los periodistas especializados. Fue una votación menos unánime que en anteriores ocasiones. El año pasado, sin ir más lejos, Ronaldinho conquistó el deseado trofeo con 225. El segundo lugar lo ha ocupado este año el portero italiano Gianluigi Buffon, con 124 votos, por delante de Thierry Henry, el delantero francés del Arsenal, que obtuvo 121. En la lista sólo se encuentran dos españoles: el barcelonista Puyol (tres votos) y el valencianista Villa (uno).
Aunque el premio no lo haya ganado precisamente por su trayectoria en el Madrid, al que llegó en agosto, Cannavaro se ha convertido en el quinto jugador que lo recibe vistiendo la camiseta blanca. Antes que él lo hicieron Di Stéfano (1957 y 1959), Kopa (1958), Figo (2000) y Ronaldo (2002). Además, es la cuarta vez que el galardón recae en un futbolista italiano, tras Gianni Rivera (1969), Paolo Rossi (1982) y Roberto Baggio (1993).
Precisamente, uno de esos ganadores, el mítico Rivera, se refirió ayer al nombramiento de Cannavaro como mejor jugador de 2006, nombramiento que no comparte del todo. "Yo habría dado el premio a Buffon porque, si no hubiera sido por él, Cannavaro no lo habría ganado. ¿Por qué? Porque una parada menos de Buffon habría bastado para que Italia no conquistara el Mundial". Otro histórico italiano, Gigi Riva, que fue segundo en el 69 y tercero un año después, se muestra menos crítico que Rivera, aunque también reconoce dudas: "Creo que es el justo reconocimiento a un defensa. Pero yo nunca me he explicado cómo no se le concedió nunca a Paolo Maldini, quien daba lecciones de fútbol a los 18 años y continúa dándolas ahora que tiene casi 40. Creo que no se trataba de darlo a un defensa, sino a un campeón". El padre de Maldini y ex seleccionador italiano, Cesare Maldini, también lo tenía claro: "Se lo han dado a Cannavaro por ser el capitán del campeón del mundo".
Durante años, Baresi y Maldini fueron favoritos sin premio. Quizá ese hecho haya multiplicado la polémica, incluso en Italia, por cuanto Cannavaro ha obtenido el reconocimiento que a aquéllos les faltó. El propio defensa madridista daba ayer la clave sin soltar el dorado balón: "Ellos no lo han ganado nunca. La diferencia es que Italia ha estado por delante de todos en el Mundial, ganando de forma sorprendente allí donde nadie lo esperaba. También me gustaría recordar a Fernando Hierro".
De no haber ganado él, Cannavaro aseguró que se habría decantado por su amigo Buffon, "sin olvidar", añadió, "a Henry y Pirlo". El madridista también quiso hacer una encendida defensa del papel que jugadores como él tienen en un equipo: "Ciertos gestos defensivos valen tanto como ciertos goles, aunque el que marcó Ronaldinho el sábado pasado valía por sí solo el precio de la entrada".
Junto a Cannavaro viajaron a París el presidente del Madrid, Ramón Calderón, y su director deportivo, Pedja Mijatovic. A Calderón le pareció la de ayer una magnífica ocasión para reivindicar las excelencias del club que preside. "Este premio", enfatizó, "es un paso para recuperar el liderazgo deportivo en España y Europa".
