Como lo que quiero
Quiero manifestar mi oposición a la persecución que está sufriendo la empresa Burger King por la promoción de las hamburguesas XXL. A mí no me gustan las hamburguesas, ni me gusta la comida fast food, pero empiezo a estar harto de la intromisión del Estado en nuestras vidas privadas. Primero fue el alcohol, luego el tabaco, más tarde el coche, ahora las hamburguesas. La omnipresencia del Estado -especialmente del Ministerio de la señora Salgado- empieza a ser agobiante. ¿Sanidad prohíbe que un cliente se zampe seis huevos fritos con chorizo o dos cochinillos al horno? ¿Sanidad va a controlar cuántos bocadillos me voy a comer mañana? Si en cualquier restaurante puedo comer lo que quiero, ¿por qué no puedo comerme una hamburguesa XXL? ¿Por qué esta discriminación.