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ANA MARÍA SANCHÍS | Cuidadora | Nace un nuevo derecho social

"Espero una ayuda cuando yo no pueda con todo"

A sus 66 años, la madrileña Ana María Sanchís se autodefine como "cuidadora por partida doble". Todo su tiempo se reparte entre su madre, de 98 años, y su marido, de 71, que tiene un Alzheimer moderado. "Es muy estresante, pero lo llevo lo mejor que puedo", afirma esta mujer, quien rápidamente añade: "Hay gente que está mucho peor".

Sanchís está acostumbrada a cuidar. Antes que a su madre, tuvo en su casa a su hermana, que murió después de una larga enfermedad, y a su suegra, quien pasó los últimos cuatro años de su vida con ella. "En total, más de 10 años dedicados a estar pendiente de alguien".

La única ayuda que recibe Sanchís es la de una mujer que va cuatro días a la semana a quedarse con su madre, para que ella pueda salir con su marido. Cobra 180 euros a la semana, que salen de los 1.100 euros que reciben como pensión su madre y su marido. "Pero es un dinero bien gastado. La mujer trabaja en Afal [Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Madrid] y tengo plena confianza en ella", dice Sanchís.

"Espero que la Ley de Dependencia me dé una ayuda cuando yo no pueda con todo", comenta Sanchís, aunque su experiencia hasta ahora no le permite ser optimista. "He pedido tres años ayuda a la Comunidad de Madrid, y me la han denegado", comenta. "Parece ser que si no están los dos en la cama y sin poderse mover no reúnes los suficientes puntos".

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