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La guerra de Irak

Israel niega que haya relación entre Irak y el conflicto palestino

Desdén hacia el informe que republicanos y demócratas estadounidenses presentaron el jueves al presidente, George W. Bush, y confianza en que el inquilino de la Casa Blanca no aplicará las recomendaciones que conciernen a Israel. Ésta es la posición que el Gobierno hebreo sostiene respecto a los principales puntos del informe elaborado por James Baker y Lee Hamilton.

El primer ministro, Ehud Olmert, no escondió ayer sus discrepancias. "Sobre los intentos por establecer vínculos entre la situación en Irak y el conflicto entre Israel y los palestinos, tenemos opiniones diferentes", aseguró Olmert, quien también rechazó la posibilidad de entablar negociaciones con Damasco para la devolución de los Altos del Golán, territorio ocupado a Siria en junio de 1967.

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Después de conocerse que el primer ministro británico, Tony Blair, también respalda la relación entre los conflictos que padece Oriente Próximo, el aislamiento de Israel se ha acrecentado. Incluso Bush apuntó ayer que el éxito en Irak depende de la victoria sobre los extremistas en toda la región. Con todo, Tel Aviv espera que Washington finalmente se alinee con su eterno aliado. "No se puede aún hablar de una posición de EE UU. La cuestión, por el momento, es un asunto interno norteamericano", afirmó Olmert. "No sé", añadió, "qué decidirá Bush. Pero lo que yo he escuchado al presidente y a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, es que no se abrirá un camino para las negociaciones ni entre EE UU y Siria, ni entre Siria e Israel".

Al igual que hizo durante su viaje a Washington en noviembre, el jefe del Ejecutivo israelí reiteró su apoyo a la guerra que Bush emprendió en Irak en 2003. "Siempre pensamos, como otras naciones de la región, que el derrocamiento de Sadam fue una gran contribución a la estabilidad de esta parte del mundo", aseveró el primer ministro.

Como es frecuente en Israel, el Ejecutivo no se expresó con una sola voz. El ministro de Defensa, Amir Peretz, no fue tan contundente: "Con el fin de debilitar el eje radical Siria-Irán, debemos estar abiertos a negociar con quienes están a favor de la paz en Siria, aunque antes deben dejar de apoyar el terrorismo".

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