Los trabajadores de la compañía se reúnen de forma espontánea en las oficinas y exigen información
Los 1.300 trabajadores de Air Madrid están pendientes de que la compañía les comunique qué va a pasar con sus empleos tras el cierre patronal del pasado viernes. Ayer por la mañana, dos centenares de empleados se reunieron en las oficinas de la aerolínea en Madrid de forma espontánea.
Se quejaron de la falta de información por parte del empresario, el hotelero José Luis Carrillo, según explica el gerente, Pablo Morera, quien acudió como un trabajador más. Éste atribuye la falta de representación a que "nunca nadie ha planteado quejas" ni ha habido conflictos en ninguno de los colectivos.
La aerolínea carece de un comité de empresa, algo inaudito en una compañía de ese tamaño y contrario a la legislación laboral vigente, de modo que supuestamente se designarán algunos representantes sobre la marcha para tratar de buscar soluciones.
También el sindicato de pilotos Sepla ha convocado para hoy con carácter de urgencia a los afiliados que tiene de Air Madrid, donde tampoco están organizados como colectivo. El presidente de Sepla, Andoni Nieto, calcula que Air Madrid tiene unos 100 pilotos, de los que entre 60 y 70 son españoles y tienen un contrato fijo. "El resto son extranjeros que vienen y van, algo cada vez más extendido en el sector y nada aconsejable, ya que así es muy complicado integrar al colectivo en la operación aérea", explica.
La mayoría de los pilotos españoles de la compañía suspendida son afiliados del Sepla, pero sostiene que en cuanto alguno quiere organizar elecciones o una sección sindical "empieza a tener problemas". "Algunos ni siquiera ponen en la ficha la compañía en la que trabajan por miedo".
En la reunión de hoy, el Sepla tratará de determinar la situación laboral y personal de cada uno de los pilotos afectados, intentará organizarles y darles asistencia jurídica. Y, claro, empezará a orientarles en la búsqueda de un nuevo empleo.
