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El proceso para el fin del terrorismo

Enviados del Gobierno y de ETA confirman la continuidad del proceso pero no logran avances

Luis R. Aizpeolea

Enviados del Gobierno y de ETA mantuvieron un contacto la pasada semana, que se prolongó más de un día, en el que constataron la continuidad del alto el fuego permanente de la banda y del proceso de fin dialogado de la violencia, pero no lograron avances para el comienzo de las conversaciones. El encuentro, en el que participó una delegación del PSE, en nombre del Gobierno, y otra de ETA, tuvo carácter informal. Ambas partes coincidieron en continuar con el proceso abierto y abordaron las condiciones de esa continuidad a la vista de los innumerables problemas surgidos desde que ETA declaró el alto el fuego permanente, el pasado 22 de marzo.

La reunión no implica el inicio del diálogo oficial entre el Gobierno y ETA, previsto en la declaración institucional de junio del presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló ayer que no se ha producido ningún hecho relevante en relación con el proceso para el fin del terrorismo, con lo que quiso restar valor a los contactos, adelantados ayer por El Correo. Rubalcaba aseguró que el proceso está en una "fase preliminar", expresión acuñada por el ministro tras un tiempo de reflexión.

Los etarras se quejaron del acoso judicial y policial mientras que la delegación del PSE reprochó a los terroristas el robo de 350 pistolas y la violencia callejera
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Los enviados socialistas y de ETA partieron de las bases en que se apoyó el proceso, antes del alto el fuego, analizaron los obstáculos surgidos en estos nueve meses y se cruzaron reproches sobre el curso de los acontecimientos. La representación de ETA puso de relieve lo que considera "incumplimientos" por parte del Ejecutivo de compromisos previos a la declaración de alto el fuego, como reflejó la banda en su comunicado del 17 de agosto. Hubo reproches de ETA a las dificultades que tiene la izquierda abertzale para ejercer su actividad política por la ilegalización que arrastra en aplicación de la Ley de Partidos, a la actitud de algunos jueces en relación con miembros de ETA o de Batasuna, a las detenciones y a la posición política que mantiene el Ejecutivo socialista en torno a este asunto.

Robo de 350 pistolas

La representación socialista reprochó a ETA el mantenimiento de la violencia, especialmente a partir de mediados de agosto, con el rebrote del terrorismo callejero y el robo de 350 pistolas en Francia, a fines de octubre, además de la imposibilidad de abrir el diálogo oficial sobre los presos y el final de la violencia mientras hechos como éstos continúen.

La reunión culminó sin acuerdos en los aspectos fundamentales que han bloqueado el proceso durante los últimos meses. Incluso la hipótesis, barajada en medios gubernamentales, de un acercamiento de presos enfermos de ETA a las cárceles vascas ya no está clara.

Las diferencias continúan no sólo en los aspectos que competen a las relaciones entre el Gobierno y ETA. También en los asuntos políticos, como la constitución de la mesa de partidos y la forma de presentarse Batasuna a las elecciones municipales y forales de mayo próximo.

Exigencias de Batasuna

Batasuna no ha variado, por el momento, sus exigencias de lograr el compromiso previo a la constitución de la mesa de partidos por parte del PNV y PSE en asuntos políticos sustanciales como el futuro de Navarra y el derecho a decidir de los vascos.

En cuanto a la legalización de la izquierda abertzale, sus representantes tampoco han abierto la posibilidad de acceder a las elecciones con una nueva formación y con nuevas siglas, en cumplimiento de la Ley de Partidos. Sigue sin convencerle la falta de garantías que le ofrece el pase por la ventanilla por la vigencia de la vía penal de ilegalización.

Por ello, la izquierda abertzale sigue apostando, en estos momentos, por seguir la fórmula de presentar agrupaciones de electores en mayo, la fórmula que ha utilizado en otras ocasiones. El Gobierno ya ha comunicado que esa fórmula será rechazada por los tribunales de justicia. Batasuna apurará el plazo para decidir la manera de concurrir a las elecciones de mayo.

El Gobierno valora la continuidad del proceso, pero, como ayer dijo el ministro del Interior, "la situación está como estaba hace 15 días", esto es, el proceso no se rompe pero tampoco avanza en sus aspectos sustanciales.

La reunión entre los enviados del Gobierno y ETA dejó abierta la posibilidad de otro encuentro exploratorio en las próximas semanas. Asimismo, entre enero y febrero, previsiblemente, se intentará un nuevo desbloqueo del proceso para poder iniciar el diálogo político entre partidos vascos. De momento, tan sólo se están produciendo reuniones bilaterales del PSE y PNV y de éste último partido con Batasuna.

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